Voy
justita de tiempo este mes me pisa los talones, pero ya llego.
Después
de un parón “muy largo” (jeje) Victoria y su reto mensual de Cocineros
del mundo en Google + ha vuelto. Y lo hace con dos temas: nísperos o
cordero.
Así que Con esta receta participo en el Reto de Junio de Cocineros de Mundo en Google+ en el apartado de Salado.
Así que Con esta receta participo en el Reto de Junio de Cocineros de Mundo en Google+ en el apartado de Salado.
La
verdad es que últimamente estoy sintiendo una relación de amor con el cordero.
En mi vida de cocina casi nunca lo contemplo, salvo cuando hablamos de unas
costillitas a la barbacoa, o cuando en Semana Santa solemos hacer la paletilla
al horno… pero no es una carne que llame mucho mi atención.
Desde
que he conocido a mi amigo georgiano que he tomado contacto con platos hechos
con cordero y mi relación y punto de vista han cambiado. He descubierto toda
una gastronomía del cordero maravillosa en todas esas culturas mediterráneas
tan intensas e interesantes como la persa, la árabe, la siria…enfin… que estoy
como enamoradita. Así que este mes lo ví claro: Cordero.
E
indagando indagando, me tropecé con este plato típico de Irán, la antigua
Persia. Lo ví en un video y ya no me lo quité de la cabeza.. así que aquí os lo
traigo. Puede que no parezca atractivo
por el color que tiene, el hecho de llevar tantas hierbas lo ha oscurecido
mucho…pero creedme, Vale la pena!.
La
cocina iraní ha sufrido a lo largo de su historia influencias muy diversas
tales como de la cocina mesopotámica, anatólica, india, caucásica, y
centroasiática. Y por ende también ha influido en la turca, la armenia, la azerbaiyana
y la georgiana. Es una cocina rica en hierbas frescas como el cilantro, el
perejil, la menta y frutas como las granadas, las ciruelas, melocotones y
pasas. La cocina persa nos ofrece la mezcla de arroz con pollo, el pescado o el cordero con los frutos
secos y las hierbas.
El
plato es típico de la provincia iraní de Guilán y lo explica una afamada
cocinera de la zona, que desafortunadamente, por más que lo escucho no he
podido transcribir el nombre. Tampoco he
podido encontrar información sobre el plato en Internet, pero supongo que eso
lo hace más auténtico a mis ojos…está poco tocado y difundido. El único
ingrediente que no es exactamente el mismo es la “pasta de granada” que tampoco
he podido encontrarla, pero si he usado una melaza de granada fantástica (la
uso en las ensaladas y en muchas vinagretas) que venden el Mercado de l’Abacería (Trav.
Gràcia 186) en la parada “productos de l’altre riba” especializado en productos
libaneses (vinos, comida preparada y pastelería). La melaza
es de la marca ANJAR pero si no la encontráis no tenéis más que seguir las
instrucciones de Sweet&Sour
y haceros la propia como haré yo este otoño cuando sea época de granadas!
Y sin más dilación, que me estoy enrollando mucho os dejo la receta y el vídeo.
Y sin más dilación, que me estoy enrollando mucho os dejo la receta y el vídeo.
(ESTOFADO DE ALBONDIGAS DE CORDERO CON MELAZA DE
GRANADA, NUECES Y HIERBAS FRESCAS)
Ingredientes:
(para
4 personas)
½ kg
de carne de cordero y tenera picada
250g
de nueces½ l de agua o caldo muy suave vegetal o de pollo
2 cucharadas de Pasta de granada (ó en su defecto melaza de granada)
Un manojo de cilantro
Un manojo de menta
Un manojo de perejil
Un poco de ghee (ó mantequilla)
Un poco de harina
Arroz basmati o blanco hervido
1 cucharadita de cúrcuma
Sal/pimienta
Picar
a cuchillo o en un robot las hierbas frescas.
Picar las nueces en el robot.. aunque en la receta tradicional se hacía moliéndolas con una piedra de cantos rodados de un río (verlo en el vídeo!). Supongo que este sistema es mejor para sacar los aceites de los frutos secos.
Preparar
las albóndigas poniendo en la carne sal y pimienta y con un par o tres de cucharadas de las hierbas molidas y una cucharadita de cúrcuma.
En
un cazo de barro si es posible, ponemos el puré de nueces, un poco de agua ó caldo suave de verduras o pollo y las dos
cucharadas de melaza. Dejamos que empiece a hervir suave.
En
una sartén con un poco de aceite sofreímos el resto de hierbas frescas que
hemos triturado. Al cabo de unos minutos
las añadimos al guiso, junto con las albóndigas, y un poco de sal y pimenta.
Dejar
hervir casi tapado del todo durante al menos 2,30h. Durante el proceso si es
necesario añadimos agua, y si tenemos cubitos, mejor de esta forma pues el
choque térmico hace que aparezcan más los aceites.
Una
vez terminado el guiso podeis servirlo así con la salsa más “basta” o
enriquecerla como un roux con ghee o mantequilla y un poco de harina (deshacer
la mantequilla- unos 20g-, añadir la harina -1 par de cucharadas – y remover
constantemente añadiendo la salsa hasta que espese).
Hervir
arroz si es posible basmati (no es el caso del que yo utilicé pues no tenía) y pasarlo por la sartén con un poco de ghee o
mantequilla. Espolvorear con cúrcuma. Y listo.
Preparad
los paladares para sensaciones muy agradables!