La primera vez que comí un Cinnamon Roll fue en Chicago con Barb. Y me encantó. Posteriormente, y dado que íbamos muchas tardes a compartir un café con un “bollo dulce”, los tomé con Empera. A ambas les dedicaré sendos capítulos así que, hoy tan sólo quiero rememorar el fantástico sabor de este bollo. Gracias a IKEA he sabido que es un bollo típicamente nórdico, pero….debido al maravilloso melting pot que conforma la gastronomía estadounidense, será para mi y ya para siempre, un recuerdo más de Chicago.
Hay dos olores de los que se abusa hasta la saciedad en USA, la vainilla y la canela. Pero a mi no me disgusta, especialmente cuando llegan a nuestra pituitaria en momentos de apetito goloso. Personalmente la canela me retrotrae no sólo a Chicago, sino a
Existe una cadena de cafeterías en Estados Unidos, The Cornery Bakery Café, dónde los cinnamon rolls y los scones forman parte de la excelente oferta que se muestra ante los ojos ávidos de un turista a punto de devorar una ciudad o simplemente de quién quiere sentarse y disfrutar de un buen desayuno. Es en este lugar dónde lo he comido más veces. Los CR, llevan a veces en su interior pasas, o trocitos de frutos secos como son los que he puesto en esta receta. También suelen llevar un glaseado por encima que, bajo mi particular punto de vista, endulzan demasiado el producto, así que, “fuera glaseado”.
Cinnamonster es una franquicia que suele estar en los Malls (grandes centros comerciales), dónde los CR son protagonistas absolutos. Empera solía querer el caramel pecan roll; son muy dulces y grandes y ella que, come como un gorrioncito, se llenaba enseguida así que nos lo partíamos. Recordaré siempre, como nos sentábamos, nos mirábamos, le hincábamos el diente y finalmente lo saboreábamos en silencio, con fruición extrema.
He utilizado como base la receta del fantástico blog Food and Cook.
CINNAMON ROLL
Ingredientes:
Para la masa:
550 g harina
300 g de leche
75 g azúcar
75 g mantequilla (temperatura ambiente)
25 g levadura fresca
½ cucharadita de sal
Para el relleno:
Mantequilla (temperatura ambiente)
Azúcar moreno
Canela en polvo
25 g nueces troceadas muy pequeñitas
Pasas (optativo)
1 huevo para pintar los bollos antes de hornear
Calentar muy poco la leche y disolver en ella la levadura, que previamente pulverizamos con los dedos. Mezclar la harina, con el azúcar y la sal. Añadirle la leche y batirlo con la mantequilla. Nos quedará una masa que dejaremos reposar una media hora tapada con un trapo en un lugar cálido.
Al cabo de media hora, verter la masa sobre la encimera. Si es pegajosa se puede añadir más harina, hasta que no se nos pegue (pero sin abusar, cuanta más harina más dura nos quedará la masa). Formar un rectángulo con un rodillo. Extender sobre la misma la mantequilla, como si la untáramos (deberá estar muy cremosa para ello), una generosa capa de azúcar moreno, las nueces, las pasas y canela en abundancia.
Enrollar como un brazo de gitano, e ir cortando en piezas pequeñas que colocaremos sobre la bandeja del horno, por su base más ancha. Dejar la bandeja reposar otra media hora tapada con un trapo. Los CR crecerán bastante, así que no ponerlos muy juntos.
Calentar el horno al máximo y pintar los CR con huevo batido. Ponerlos en el horno a 200º de 8-10min.