APRIL'S KITCH: octubre 2012

FOTOGRAFIA - LA VUELTA AL MUNDO {EN LA MANO} - Y UNA LUNA LLENA DE OCTUBRE

Fotografía miércoles, octubre 31, 2012

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III MERCAT DE MERCATS - CONCURSO GASTROEUREKA

Concursos martes, octubre 30, 2012

Los pasados días 19-20-21 de Octubre se celebró en la Pza. de la Catedral y en la Avda. Francesc Cambó el Mercat de Mercats, en su ya tercera edición, aunque fue la primera para mi.

Fue muy interesante, a modo de Feria de Mercados y como he visto en otras ciudades como Chicago (Taste of Chicago), se fueron organizando las paradas de los mercados para mostrar sus productos y ofrecer “tasts” de los mismos con la compra previa de tickets. Había en un lado un conjunto de barras-mesas que favorecían el “tomar algo" y disfrutar el momento. Me gustan este tipo de eventos. Las ciudades laten alrededor de sus comidas y productos más tradicionales.

También y delante del Mercat de Santa Caterina se establecieron dos carpas con Aulas Gastronómicas, un Celler de Sumilliers y un “Bus” dónde aprender conceptos y permitir a los niños interaccionar con el evento. A mi, personalmente, me encantaron las Aulas.. desgraciadamente no pude asistir a todas, pero ví bastantes y las disfruté. Muchas gracias a la organización pues resultaron muy interesantes y muy bien organizadas.

Mercat de Mercats ha tenido en cuenta el mundo de los “blogs gastronómicos” y organizó un concurso al que debías de inscribirte previamente. El tema, escoger un producto del mercado, retratarlo y “escribir un texto sobre él “que tenga un punto de vista único, idiosincrático, original o con sentido del humor”.

Espero haber estado a la altura…en cualquier caso, lo he pasado bien pensando qué producto y cómo enfocarlo.

Mi elección han sido los túberculos y las raíces…todo lo que crece bajo tierra.

Esta es pues mi participación:

Cuando veo nabos y chirivías, patatas y zanahorias y en general todas las raíces y tubérculos me acuerdo de Escarlata.

Escarlata marcó mi adolescencia en el sentido que fue una película de aquellas llamadas “largas” que me pareció una epopeya fantástica. Siempre admiré a las mujeres valientes y apasionadas, quizás porque intuía que aunque hubiera querido nunca iba a serlo. De pequeña me impresionó el cuento de Genoveva de Brabante, esa mujer que exiliada de su castillo tenía un hijo en una cueva escondida en el bosque. Y luego llegó Escarlata, ya añadiendo al personaje una pasión por la vida y los hombres totalmente envidiable. Por eso, ese final de la primera parte, con la silueta de Escarlata al atardecer arrancando un tubérculo del suelo, llevándoselo a la boca y prometiéndose no volver a pasar hambre, se quedó para siempre grabado en mi subconsciente.

Razones totalmente arbitrarias y frívolas pero reales me han hecho saber lo que significa “pasar hambre”, así que un día supe exactamente que podría sentir ante una situación parecida. Y sé que en esos momentos, cualquier cosa puede ser considerada un manjar. Es más, hubo un tiempo en que tan solo me alimenté de tomates; gazpacho para comer, ensalada de tomates para cenar. Así que cuando ví en el Mercado una parada con patatas, raíz de apio, hinojo, y demás tubérculos y raíces lo tuve claro. No quiero pensar en un producto con el que elaborar complicadas recetas de largos nombres, ni productos que mis manos no puedan alcanzar en un simple gesto. Me incliné por platos que pudiera preparar con los productos de la tierra, purés, cocidos, cremas, pucheros, vichissoises y mi último descubrimiento el Borscht, o sopa de remolacha.

Las raíces y tubérculos además, para periodos de carencias, como los que se avecinan, son ricos en minerales (potasio, calcio y fósforo), vitamina C, azúcares e hidratos de carbono y fibra. Muchas de ellos poseen cualidades diuréticas, depurativas y antioxidantes. Puedo resistir un buen tiempo. En plan desesperado también puedo dejar que los jugos de la remolacha manchen mis ropas y manos y así terminar en la cárcel, donde comida, por el momento no me faltará, aunque hayan suprimido la merienda.

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CARROT CAKE Y CUPCAKES BÚHO - HALLOWEEN

Bollería y Pastelería lunes, octubre 29, 2012

Sí, ya sé que tocan otras costumbres en vez de “Halloween”, en especial en Cataluña dónde de toda la vida se han hecho las castañas, los panallets y los boniatos al horno… pero sabeis qué…? no hay que ser tan purista y hay que disfrutar la vida y vivirla como mejor nos parezca. Compartir costumbres no significa perder las nuestras…bien comemos pizzas y cocas del trempò, o Big-Mac’s y bocadillos de calamares o de tortilla de patata, ó celebramos en muchas ocasiones el día de San Valentín (aunque sea cursi) y el Dia de Sant Jordi. Enriquecer no es disminuir. Amar otros países no es despreciar el tuyo. Al menos yo me siento así. Y hay tiempo y vida para todo. Y además, una pequeña confesión, los boniatos al horno me parecen una sosería, los panallets no me entusiasman…son bonitos, pero para mi, son sosos y demasiado dulces. y las castañas asadas... me cansan. Así que yo, cenaré con amigos y celebraremos que estamos bien, que es una noche “especial”, nos reíremos con los miedos y disfraces de los niños. Por supusto alguien traerá panallets y habrá castañas, ratafia ó moscatel y yo llevaré mi toque “Halloween”...Y lo pasaremos en grande.

Estas son mis propuestas. Desde que el otro día Manu colgó un mural de Printerest con ideas de Halloween, me rondaba en la cabeza hacer el pastel de las tumbas. Lo hice a mi modo, pero creo que quedó muy bien. Aqui es dónde lo ví por primera vez.

La base es MI carrot Cake, una de mis especialidades, con frosting de queso Philadelphia. Las tumbas fueron lenguas de gato con garnache de chocolate para escribir, la tierra; oreo molidas y los huesos chuches…. Ahora os lo explico todo.

Para este pastel aconsejo hacerlo el día antes, junto con las lenguas de gato y el frosting y adornarlo al día siguiente.

HALLOWEEN CARROT CAKE

La receta de mi Carrot Cake, es del mismo sitio que los cookies. El libro básico de cocina americana. Siempre que lo hago triunfo y la verdad no voy a cambiar. Publiqué otra receta del carrot cake con naranja el año pasado, que está muy bueno, pero ésta es la que me gusta más del mundo mundial… bueno miento…Cristina lo sabe bien… comimos en Tioga Gas Mart & Whoa Nellie Dellie, en Lee Vinining (CA), una gasolinera con tienda de comida y pequeño restaurante (que nadie hubiera dado un duro por ese lugar, aunque viene en las guías) el mejor Carrot Cake del mundo hasta la fecha…pero no dispongo de su receta… aún.

Carrot Cake

Ingredientes:

280g harina (2 cups)

436g azúcar moreno (2 cups-si no teneis podeis usar blanco, pero queda mejor así)

4 huevos

50g nueces

1 cucharadita de café levadura (1 teaspoon)

1 cucharadita de café bicarbonato (1 teaspoon)

1 cucharadita de café canela (1 teaspoon)

½ kg zanahoria rallada (y si las comprais con su tallo, un poco de hojitas) (3 cups)

80-100g coco rallado* (opcional- ½ cup)

230g aceite de oliva vírgen (1 cup)

Frosting:

1 paq. queso cremoso (yo uso Philadelphia, puede usarse Mascarpone -3 ounce)

115g mantequilla pomada (1/2 cup)

2 cucharitas de café de vainilla líquida (2 teaspoons)

100-115g azúcar en polvo (1 cup, al gusto, lo vais probando, igual será menos)

Coco rallado de adorno (opcional)
Colorante Wilton marrón

Pastel:

Encender el horno a 180º.

Batir el azúcar moreno con los huevos hasta blanquearlos (bueno quedará marroncito muy claro por el efecto del azúcar moreno) unos 5 minutos. Añadir el bicarbonato, la canela y la levadura. Mezclar la harina con el batidor, pues llegará un momento en que la masa será muy espesa. Cuando se vuelva poco manejable añadir el aceite.

Incorporar la zanahoria rallada (yo lo hice con un robot picador), las nueces troceadas pequeñas y trocitos pequeños de las hojas de zanahoria. Opcional añadir coco rallado. Este paso ya a mano.

Enharinar un molde cuadrado o rectangular (25x20 el mio) con aceite y harina y meter la masa al horno, a 180º unos ¾ de hora, pero ir pinchando.. a veces como la masa es muy densa cuesta de cocer según el molde.

Frosting:

Tener el queso y la mantequilla fuera de la nevera varias horas antes para que se atemperen a la misma temperatura. Si no tienen la misma temperatura muchas veces está mezcla se corta y nos estropea el frosting, porque no se puede usar.

Batir el queso (yo pongo ¾ del contenido del pote, sino para mi, queda muy ácida la mezcla, si es mascarpone todo el pote) primero para ir pomándolo… al poco incorporar la mantequilla e ir echando poco a poco el azúcar en polvo. Si lo vais probando encontrareis el punto justo y seguro que no gastareis la cantidad establecida.

En este caso quise colorearlo con marrón para hacer el suelo. En este momento incorporé el colorante Wilton. Pero me quedaba un marrón muy claro y pensé que si le ponía negro lo oscureceria. Error, quedó color gris plata. La próxima vez que lo haga lo dejaré marrón claro.

Dejar tapado con un plástico tocando la crema en la nevera hasta el día siguiente en que lo dejaremos fuera de la nevera una hora para poderlo extender con comodidad.

LENGUAS DE GATO

Ingredientes:

100g de azucar en polvo

100g mantequilla pomada

120g harina

2 huevos

1 cucharadita de café de vainilla

Batir el azúcar con los huevos. Incorporar la mantequilla y la vainilla. Añadir la harina a mano revolviendo bien hasta su incorporación.

Con ayuda de una cuchara o manga pastelera extenderlo sobre papel vegetal o un tapiz de silicona. Extender como un bastoncito, luego en el horno crecerá la forma a lo ancho y cogerá la forma de lengua. Dejar espacio entre ellos.

Hornear en la bandeja de en medio entre 8-10min. (ojo que se queman en nada, que son muy finas) a 180º.

Con ayuda de una espátula colocarlas sobre una rejilla y dejar reposar. {En este momento en que están calientes podríais enrollarlas y darles forma de canelón, pero no para este caso}.

GARNACHE DE CHOCOLATE

Ingredientes:

1 tableta de chocolate negro

1 botellita de crema de leche o nata líquida

Trocear la tableta y colocarla en un bol. Llevar a ebullición la crema de leche o nata y en ese momento verterla sobre el chocolate. Esperar 5 min. Revolver con una espátula y os quedará el garnache hecho. Poner en la nevera hasta un rato antes de usarla.

Os sobrará, pero os servirá para los cupcakes-búho.

POLVO DE OREO

Dividir los oreos en dos con ayuda de un cuchillo y con cuidado para preservar la parte blanca en una de las mitades. Reservar esas para los cupcakes-búho.

Las otras mitades las poneis en un robot picador. Ya teneis tierra.

MONTAJE DEL CEMENTERIO

Ingredientes:

1 pastel carrot cake

Mermelada de naranja amarga (ó la que querais)

1 frosting de color marrón

Lenguas de gato

Garnache de chocolate

Tierra oreo

Chuches en forma de huesos y calaveras

Cortar con un cuchillo las lenguas de gato para darles forma de lápida. Podeis aprovechar la forma redondeada para que sea la parte de arriba.

Poner el garnache en una manga pastelera y pintais las cruces. Si sois hábiles, podeis escribir RIP (no es mi caso).

Cortar el pastel por la mitad y rellenarlo con la mermelada. En esta ocasión usé mermelada de naranja amarga que le quedó estupendo al pastel. Extender el frosting por encima y los laterales. Dejar en la nevera una media hora para endurecer esta primera capa.

Volver a extender el frosting sobre el pastel pero esta vez siendo el máximo de cuidadoso para dejar las superficies y las esquinas perfectas. Dejar en la nevera otra media hora para endurecer.

Sacar el pastel y clavarle con cuidado las lápidas. Si veis que pesan y tienen tendencia a irse para atrás, colocar un poco de frosting detrás tipo cemento para hacerle un pie.

Colocar la tierra y la chuche como querais delante de la lápida…y Voilà… ya lo teneis!!!

En la foto del mural todo el perimetro estaba rodeado de palitos de chocolate a modo de ajardinado. Opcional.

CUPCAKES BÚHO

Para estos cupcakes tan graciosos usé la receta de Martha Stewart de cupcakes de chocolate.

Ingredientes:

90g azúcar cacao en polvo (yo uso el Valor sin azúcar, ¾ cup)

130g harina (3/4 cup)

½ cucharadita de café de levadura (1/2 teaspoon)

¼ cucharadita de café de sal (1/4 teaspoon)

1 cucharadita de café de extracto de vainilla (1 teaspoon)

175g mantequilla pomada (1 ½ sticks, los sticks son la forma en que se vende la mantequilla en USA)

200g azúcar (1 cup)

3 huevos

120ml de sour cream (como no tenía usé crema de leche+limón)

Adornos búho:

Medias oreos con relleno blanco

Chuches: bolitas negras ó conguitos

Para la nariz usé JellyBelly de limón

Encender el horno a 180º.

Poner en un bol la crema de leche y echarle una cucharada de zumo de limón. Dejar reposar 5 min.

Mezclar los huevos con el azúcar hasta blanquear. Añadir la mantequilla y posteriormente el cacao en polvo.

Añadir la crema de leche y posteriormente la harina.

Poner los papelitos de las magdalenas en un molde de silicona o rígido para muffins ó magdalenas. Rellenar los moldes ¾ partes.

Hornear en la parte media del horno durante 30min. Dejar enfriar sobre una rejilla.

Cuando estén fríos, ponerles por encima una capa de garnache de chocolate que nos ha sobrado con ayuda de una manga pastelera o espatula.

Colocar las dos mitades de oreos con relleno para que hagan de ojos.

Poner un poco de garnache bajo las chuches negras o conguitos y pegar sobre la parte blanca de las oreos.

Colocar un JellyBerry como nariz.

Como me sobraron lápidas y frosting de queso hice dos cupcakes cementerio también.

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COOKIES ESE DEPORTE NORTEAMERICANO - MEMÒRIES D'UNA CUINERA

Cocina norteamericana viernes, octubre 26, 2012

GALLETAS - NUEVO RETO DE MEMÒRIES D'UNA CUINERA

Este mes el reto de Memòries d’una cuinera va a ser genial, a todos nos gustan las galletas, todos hemos hecho alguna vez.

Y... qué galletas podría hacer yo?????? Pues siendo tan francoestadounidense, es obvio no?: cookies.

Pero antes voy a contaros que significan los cookies para los norteamericanos. Los cookies son como la bandera, las barbacoas y el pavo. Símbolos nacionales. En todas las familias se hacen cookies, en todas las fiestas hay cookies, cuando los niños/as quieren recoger dinero para sus excursiones o grupos, se organizan ventas de cookies… las familias hacen miles de cookies que meten en cajas y venden con mucho éxito. Los cookies además se hacen en un momento… cualquiera es bueno para hacerlo. Los niños disfrutan como cosacos y cuando se tiene la masa hecha, con los trocitos de chocolate y nueces y el sabor de vainilla, te la podrías comer a cucharadas… Fíjaros que existe un helado de “masa cookies” (cookie dough) de la marca Ben&Jerry’s que lo venden aquí y os aseguro que está tan bueno como la propia masa.

Cuando alguien te invita a comer o cenar, es costumbre llevar cookies… cuando es Navidad o Thanksgiving mucha gente trae cookies de diversos sabores para los postres…en fin…COOKIEAR es el gran verbo.

Los botes de galletas (cookie jar) de cookies son otra tradición en todos los hogares. En todas las cocinas existen colecciones de potes de cerámica (preciosos!) para los cookies. Es una verdadera MANIA… adorable por otro lado. Y yo, no podría dejar de sucumbir a ella.

Mi receta es básica, la que sale en el libro más clásico y popular de cocina de los Estados Unidos, New Cook Book, el equivalente a nuestro 1080 recetas de cocina, del que ya os hablé una vez. Existen, como en las recetas más populares, infinidad de recetas y acepciones, pero la básica ayuda a usar las demás. No os fallará.

Foto cortesía de La Cuina Violeta, que tuvo la amabilidad de fotografiar los cookies que le regalé

COOKIES

Ingredientes(60-70 cookies):

226g mantequilla pomada o temperatura ambiente (1 cup)

325g de harina (2 ½ cups)

218g de azúcar moreno (1 cup)

100g de azúcar blanco (1/2 cup)

2 huevos

1 cucharadita de café de vainilla (1 teaspoon)

½ cucharadita de café de bicarbonato (1/2 teaspoon)

1 tableta de chocolate negro (o gotas de chocolate) ó blanco

50g de nueces cortaditas pequeñas

Poner a calentar el horno.

Batir los huevos con los azúcares hasta tener una mezcla bien esponjosa. Añadir la vainilla, el bicarbonato y la mantequilla. Incorporar la harina en varias veces mezclándola bien ya a mano.

Incorporar los trocitos de chocolate y las nueces. Personalmente como aquí no suelen encontrarse las “gotas de chocolate” y si las hay suelen ser caras, compro una tableta de chocolate y con un cuchillo hago trozos toscos pequeños que incorporo a la mezcla. Ahora es cuando está masa ES DELICIOSA… no os resistais.

Podeis usar chocolate blanco, lacasitos, M&M, trocitos de toffe...enfin....las variedades son infinitas!

Colocar en bandeja del horno sobre papel vegetal o uno de esos tapices de silicona porciones de masa con la ayuda de una cuchara. Crecerá. Tenerlo presente y no las pongais muy juntas.

Hornear unos 10/11 min a 180º. Yo las pongo en la mitad del horno. Como siempre, estar ojo avizor, porque cada horno....es un mundo. Colocar sobre una rejilla y dejarlas enfríar y posteriormente guardarlas en un recipiente cerrado. Durán muchos días.

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RESTAURANTES: CAN JUBANY - PREMIO DE CONCURSO DE LA REVISTA CUINA A LA RECETA CREATIVA EN EL I CONCURSO DE RECETAS PARA BLOGUERS

Premios viernes, octubre 19, 2012

Ayer fue el gran día. Al fin íbamos a CanJubany. Afortunadamente el día era precioso. Como fuimos en tren fue un poco extraño llegar al restaurante, pero el paseo abrió el apetito al ir y “aligeró” la digestión al marcharnos. Al volver, la luz de la tarde que era hermosa, se desparramaba sobre los verdes campos que rodean al restaurante y llevan hasta Calldetenes, y nos fue acompañando, redondeando aún más el placer del día vivido.

En el restaurante todo el mundo es amable y transmiten la misma calma que uno puede ver a través de sus ventanales. Al entrar una chica muy agradable nos condujo hasta el piso superior, pasando ante el porche que se veía encantador y pensé en cuántas cenas y conversaciones amables terminaban con una copa en esos sofás a la luz de la luna.

La verdad es que el lugar es encantador. No te sientes exactamente como en un restaurante sino en una casa adaptada para recibir gente. Colores cálidos, nada estridentes, predominio del blanco en techos y mobiliario, minimalismo al máximo con paredes ladrillo vista. Lo que los urbanitas queremos del campo, lo que los del campo saben que queremos ver, lo rústico rediseñado.

Nuestra mesa no podía ser mejor. Entre dos más ocupábamos una de las salas del restaurante. Mirábamos a un ventanal rectangular verticalmente, que era ya en sí, un cuadro. Tres niveles de vegetación en la parte inferior (lavanda, penachos y un cuidado seto), campos en los que dejar ir la mente y árboles poniendo límite a los sueños. Alguien habló de paisajes de la Toscana, y afortunadamente, a veces no hace falta ir tan lejos para reposar los ojos.

Nando pasó por la mesa y nos saludó. A continuación su mujer Anna, nos enumeró los platos que íbamos a degustar, el menú de temporada, por si había algún problema con alguno de ellos. Pero claro, en estos momentos, uno está tan subyugado con todo, que se encuentra totalmente abierto y no espera que nada vaya a sorprenderle negativamente. Y nada lo hizo.

Los aperitivos no podían empezar mejor. Unas zanahorias y remolachas baby nos sedujeron por su color fresco y natural. La remolacha parecía un corazón, con su aorta y su cava, de un rojo intenso, como aquellos que venían dibujados en nuestros libros de anatomía infantiles. Para acompañarlas una mayonesa de mostaza y perejil. Unas sorprendentes patatas souflé, que había visto por primera vez en la cocina de Nani, deliciosas y un bastoncito de aire, hueco, envuelto en finas lonchas de tocino casero. Deliciosos los tres, abriendo los sentidos a una sensación que nos acompañará todo el menú…la ligereza, protagonizada por el aire de sus ingredientes.

Había visto en la mesa de al lado una bola que había llamado mi atención poderosamente y de repente, la pusieron delante de nosotros. Supongo que es uno de esos platos hechos con nitrógeno líquido, una cáscara de queso azul, que se rompía con una cuchara o unos golpes, y luego ibas comiendo porciones de queso “helado” con las manos. Sensaciones y sabores curiosos el frío y el queso azul, sorprendentes e intensos, salados y calientes al deshacerse con la temperatura de tus propios dedos.

Entonces nos llega un pequeño tesoro. Un bol que contenía un cuadro pictórico precioso. Un racimo dorado de sol (caviar de aceite de oliva), un pedazo de naturaleza (pétalo rojo), dos pedacitos de sardina cruda (mar), y almendra fileteada (bosque). Al lado una jarrita por la que le vertieron ajoblanco, ese gazpacho andaluz de frutos secos. Era muy suave, muy fragante, la verdad que muy agradable y visualmente atractivo.

Si creéis que las sorpresas habían terminado, estáis muy equivocados. Cómo una ráfaga de viento otoñal llegó el menú de temporada.

El primer entrante fue un disfraz. Ese juego que parece caracterizar la cocina creativa de Nando Jubany, texturas que crean falsas ilusiones ópticas y que no son lo que parecen. En este caso era una espuma de foie, con un pequeño interior de higo y una cobertura brillante que lo convertía “visualmente” en un higo. El plato, de nuevo era una belleza.

Y de la caza al mar con un sencillo, pero exquisito arroz de sepiones. Conciso, sabroso, con el arroz suelto y al “punto”, delicado con sus hortalizas tiernas y suaves, resultó delicioso.

A continuación llegó el plato que más me sorprendió y nos gustó. Era un tronco de merluza cocinado con bajas temperaturas en un lecho de suero de parmesano y gnocchis de calabaza con virutas de jamón secadas en el horno.

El suero es uno de los caldos más maravillosos que he probado nunca. El sabor intenso, salado y poderoso del parmesano te inunda y te impresiona con fuerza.

Los gnocchis eran aún, si cabía, más espectaculares. Envueltos en una sorpendente película con la técnica de la esferificación, había que cogerlos con delicadeza para que no se rompieran y se saliera el delicado puré de calabaza de su interior. La película, invisible a la vista y al sabor, mantenía herméticamente cerrado el secreto de su interior. Impresionante!

Y para finalizar la temporada llegó un estupendo cordero lechal al horno, con delicadas verduras del huerto del restaurante.

Con los postres que fueron dos, llegó la última de mis sorpresas. Un exquisito plato que habla de la evolución de la piña colada… de nuevo trabajamos con el aire, con texturas que te llevan a pensar que lo que te llevas a la boca es más sólido de lo que realmente es. Impresionante “bizcocho” de aire de piña, sobre una refrescante sopa de maracuyá, y bajo un delicioso helado de yogur y coco... todo ello con unas gelatina de azúcar moscovado, y trocitos de piña…

El segundo postre era una interpretación personal del restaurante del tradicional fresas con nata. De nuevo la nata era un juego de texturas.

Como detalle final, la increíble y delicada infusión que Anna nos preparó y que resultó además de la más deliciosa que he tomado nunca y fue increíblemente digestiva. Trabajó la mezcla delante nuestro con un carrito de mentas diversas que nos encantó.

Los detalles durante la comida fueron muchos y nada cargantes ni pesados. Buscaban saber nuestras opiniones y porqués sin agobiarte. Detalles encantadores como la caja de golosinas con la que te obsequian al final, las toallas tras los aperitivos que vienen en forma “de aspirina” en una fuente y ellos la “hacen crecer” con agua templada, la carta impresa como recuerdo, el diálogo dulce de las personas que te atienden.