SALSA ESPAÑOLA - GASTRONOMÍA DEL SIGLO XIX : MARIE ANTOINE CARÊME

jueves, mayo 05, 2022

Y llegamos a día 5, reto de Cooking the Chef  y cada vez, más entusiasmados con la cercanía de los temas propuestos y sobre todo, la ilusión de ver que son cosas que dominamos, o creemos. Lo más interesante para mí, es el ir viendo el nacimiento de procesos y técnicas que son lo más normales hoy en día. Y por otro lado, tener la oportunidad de aprender cosas que a no ser que uno vaya a una escuela de cocina, no sabría. Y parece mentira que a veces, estamos hablando de cocina y sabemos lo que es una esferificación pero no sabemos lo que es una salsa española, que es la receta que a mi me ocupa. 

 

Hace tiempo que la estaba esperando, ya el mes pasado me acerqué al tema con las salsas provenientes de un roux, de ese sistema de hacer salsas con ayuda de harinas, aunque las mías, las salsas,  no fueron exactamente iniciándose en un roux, sino partiendo de los ingredientes ya mezclados y llevados a su ebullición. Pero todas salsas primarias, que supuestamente en un restaurante o un estudiante de cocina sabe. Y nosotros, que estamos todo el día con la gastronomía en nuestras vidas, debemos conocer también. 

 

La salsa española, es básicamente un fondo oscuro que se mezcla con un roux y se consigue una salsa oscura y sedosa ideal para acompañar carnes. De ella, también evoluciona la demi-glacé, que consiste en reducir aún más ese fondo oscuro, hasta que casi es pura gelatina. Se cree que su origen lo podemos datar en el S.XVII, aunque personalmente estaba esperando que saliera en uno de estos tomos básicos de cocina franceses que hemos abordado en CtC.  El origen lo datan en 1613 en la boda de Luis XIII, rey de Francia con Ana de Austria (hija de Felipe III rey de España). Para el banquete de bodas, la reina aportó varios cocineros de la corte española que maravillaron a los franceses especialmente con esta salsa. La salsa no tenía nombre y pasó a ser llamada “salsa española” por los cocineros franceses de la corte.  Y, curiosamente, esta salsa se hará famosa por y desde la gastronomía francesa.

 

Leo que Francisco Martínez Cotiño, ya la menciona, aunque yo lo he repasado y no la he visto, quizás la describe pero no le da un nombre concreto. A Fco. Martínez Cotiño lo tratamos en Mayo de 2021. Y tengo muchas ganas de llegar a Escoffier, el GRANDE para mi en la definición de la cocina moderna y gran influencia de los cocineros hasta nuestros días. Pues Escoffier, modificará la salsa para darle la forma en que se hace hoy en día mucho más elaborada…. Pero ya llegaremos a ese díay yo volveré a hacerla

 

De la salsa española derivaran otras salsas, es por tanto una salsa madre. Estaríamos hablando de la salsa bigarade, bordelesa, bourguinonne, cazadora, Colbert, champiñones, diabla, estragón, italiana, Marchand D’Vin, madeira, picante, Robert y zíngara, entre otras. 


He de decir que mi receta no está 100% bien... el miedo que en la reducción se me quemara la glasa o se redujera excesivamente me hizo pecar de prudente y así, la glasa no tiene el color oscuro que debería de haber tenido. Pero cuando haga la versión de Escoffier ya seré más atrevida. 


Aquí podéis ver las demás entradas de mis compañeras. 







Salsa Española por 

Antoinne Carême

 

Ingredientes:

(para una taza de salsa)

 

1 loncha de jamón de calidad media-alta de unos dos dedos de grosor

1 pieza de ternera de 1/2kg aprox. (yo he usado añojo)

2 perdices (yo he usado alerones de pavo que me gusta mucho el sabor que deja, por no encontrar las perdices)

1 l Caldo previo suave  

Pimienta, hierbas aromáticas que prefiramos, yo usé tomillo porque tenía fresco

 

 

 

1.    Procedemos a hacer un caldo base como tengamos costumbre pero suave y sobre todo SIN SAL, vamos a reducir, y los sabores se concentraran mucho.  Yo lo hice con unas alas de pollo y unas patas de pollo para aportar colágeno y porque desde las clases a las que asistí en Alimentaria aprendí lo importantes que son en los fondos. 

Hoy en día las venden muy limpias y sin las uñas, con lo que usarlas no es tan “chocante”. Es curioso cómo volvemos a lo que hacían nuestras abuelas. Recuerdo haber visto a la mia chupetear esas patas. Y el colágeno es importantísimo para el cuidado de nuestros huesos. Reservamos aprox. 1l

2.    Ponemos en el fondo de una olla alta, el jamón, la carne y las perdices (en mi caso los alerones de pavo). Cubrimos con el caldo hasta simplemente cubrir. Encendemos el fuego y dejamos que el líquido se reduzca hasta la mitad (aproximadamente fue 1h). 

3.    Quitamos las carnes, pero antes con la punta de un cuchillo pinchamos la carne, para que si le queda algo de jugos salgan al fondo. Retiramos las piezas de carne y reservamos para canelones, lassagna, croquetas o lo que queramos. 

4.    Tapamos la olla y dejamos reducir el caldo (en mi caso me quedaron como 2 dedos de fondo al final). Lo hacemos a fuego medio. Yo tenía mucho miedo de que se me evaporara, o se me redujera y quemara y lo fui vigilando... y es verdad que el fondo va adquiriendo diferentes tonalidades, pasa de unos rojos marronosos a un oscuro, aunque he de decir que la prudencia me impidió llegar más lejos, y que fuera realmente oscuro.  Este proceso duró unas 2h, en función de la cantidad de fondo que tengamos. Una prueba que tenemos el fondo reducido en la cantidad adecuada, es que si rascamos con un cuchillo un poco de glasa entre dos dedos y se nos formará una bolita gelatinosa, si es una textura pegajosa no está todavía. 

5.    Dejamos la olla con el fondo a un lado unos 15’ para que se forme la glasa.

6.    Añadimos caldo que hemos reservado del caldo original para incorporar a la glasa. Incorporamos tanto caldo como cantidad de salsa necesitamos y disolvemos bien la glasa en ese caldo al fuego, con el cazo un poco de lado, para que el líquido esté en un lado del cazo y no en toda la superficie para que no se evapore en exceso. 

7.    Empezamos en otro cazo el roux con unos 20g de mantequilla y los mismos de harina. En mi caso es poquito porque tengo poco fondo que hacer.  

8.    Cuando lo tengamos bien mezclado añadimos al roux el fondo.

9.    Tenemos la salsa hecha.

10. Podemos usar la salsa para bañar sobre la pieza de ternera que ha hervido en nuestro fondo, o guardarla, para acompañar un solomillo de ternera, buey o cerdo, que hacemos a la plancha. 

 

Bon Appètit!!!!






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8 comentarios

  1. Las salsas son todo un mundo y la base de un buen plato.Esta es deliciosa.

    Bss

    Elena (www.lacajitadenievesyelena.com)

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  2. Yo mientras buscaba receta y me documentaba pensé que había pecado de sencillez. Puede que si con la salsa, comparada con la tuya, pero no con el tema ☺️
    Ahora entendido lo del color, porqué yo la vi mas oscura por internet, pero debe estar deliciosa, con una cocción tan larga. Una super receta!
    Estuve apunto tambien de contar el origen de las salsas, como la tuya del banquete de boda, pero ya era demasiado, jeje!
    En casa comiamos las patas del pollo que se ponía en el caldo, pero ahora ya no las cómo.
    Enhorabuena!!!!

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  3. Cuanto aprendemos con este reto. Sobre tu información en tu entrada, he aprendido bastante, ya que desconocía que de esta salsa tan nuestra dependiesen tantísimas otras. Algunas ni las conozco. Pero ya iré investigando. Me parece bastante curiosos algunos ingredientes que lleva esta salsa, como las perdices, seguro que le daban un gran sabor. Me llevo por supuesto esta receta y te agradezco siempre el esfuerzo de tanta información que nos das y que nos enseña tantas cosas. Besos.

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  4. Menuda salsa española se gastaba el Carême. Con las perdices está de miedo. Te lo digo porque mi abuela la hacía con perdices, en época de caza, y está exquisita. La tuya tiene un colorcito estupendo y tienes que estar divina acompañando un buen filete. Jefa, te superas. Bss.

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  5. Hola Montse. Me gusta tu estudio profundo de las salsas. Al final en tu blog encontraremos un tratado importante de ellas, donde poder estudiar su historia, procedencia y receta.
    Por ejemplo, no sabía el porqué le llamaban Salsa Española y lo he aprendido contigo.
    Gracias por estos tutoriales tan bien explicados 😉. Y mas, por tu aportación.
    Te vuelvo a decir: genial tu receta y la textura se ve perfecta en la última foto que has puesto
    Besitos

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  6. Mon que bueno es volver, te leo y definitivamente al día de hoy los fondos son más bien caldos o por lo menos una eso es lo que pone, cuando acá la cosa es a otro nivel, se podría decir que es un fondo del fondo del fondo, como unas tres fases para lograr esa concentración de sabores tan brutal porque claro en aquella época no había caldos concentrados (que no suelo utilizar), ni mucho menos realzadores de sabores (ajinomoto); te leo y con aquello de las patas y alas me acuerdo de la sopa de menudencias de los miércoles de mi infancia (era fijo), y ahora como bien dices que mi padre se las degustaba feliz, ahora una dice hay que aprender a comer estas delicias, claro sin uñas ni picos..., porque ese colágeno lo necesitamos sin duda (me río y todo porque de verdad que es medio impresionante eso de ver las uñas...), me parece especial esta salsa madre y todas sus hijitas que de esas la madeira es un "molho" que acá se utiliza mucho (sobre todo en Sao Paulo). La siguiente sin duda será atrevida, por lo pronto, creo que un fondo de estos no tiene precio. Lo que más se puede parecer a un fondo actual que haga en casa, será el resultante de una larga cocción o estofado y ese sí que lo reservo, pero la cosa acá es que habría que de nuevo volverlo a mezclar y diluir y reducir, pues nada, que bueno ver estas salsas madre y ver que nadie es profeta en su tierra y que lo que pasa con muchas recetas, por cuenta de otros que le ven el valor o quizás por la suerte o no sé, pues se vuelven famosas y valoradas fuera de su lugar de origen.
    Besos y que bueno volver

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  7. Me encanta saber que toda la cocina de mi casa que aprendí de mi madre y abuelas van apareciendo en cocineros reputados. Imagino que todo ese arte era llevado a las cocinas de casa y de ahí iba pasando de boca en boca (de hecho yo tengo la receta del arroz con leche de Zalacaín, un familiar comía muy a menudo allí y el cocinero le dio la receta). Cuando era pequeña los pollos y las gallinas no venían limpios. Mi madre (y luego yo) cortaba las uñas las patas y las quemaba en la "lumbre" junto con las crestas para poderlas pelar. Las patas iban al caldo del cocido junto con los pescuezos (que mi abuela me enseñó a comer y que me encantan) y las crestas se guisaban. En mi casa se siguen comiendo los pescuezos y las patas en el cocido....Cuando lleguemos a esa salsa española avanzada de la que hablas, no me sorprendería nada que fuera la del recetario de mi madre. Me ha encantado. Un

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  8. Me encanta saber que toda la cocina de mi casa que aprendí de mi madre y abuelas van apareciendo en cocineros reputados. Imagino que todo ese arte era llevado a las cocinas de casa y de ahí iba pasando de boca en boca (de hecho yo tengo la receta del arroz con leche de Zalacaín, un familiar comía muy a menudo allí y el cocinero le dio la receta). Cuando era pequeña los pollos y las gallinas no venían limpios. Mi madre cortaba las uñas a las patas y las quemaba en la "lumbre" junto con las crestas para poderlas pelar. Las patas iban al caldo del cocido junto con los pescuezos (que mi abuela me enseñó a comer y que me encantan) y las crestas se guisaban. En mi casa se siguen comiendo los pescuezos y las patas en el cocido. Como siempre una receta muy ilustrativa. Gracias

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