ARANGADES CON TOMATE - GASTRONOMÍA DEL SIGLO XX: MENÚS DE GUERRA Y POSTGUERRA : IGNASI DOMÈNECH I PUIGCERCÒS

domingo, marzo 05, 2023

En Cooking the Chef este mes, el tema nos toca a todas. Llevamos 2 generaciones de “confort, comida en la mesa y calor en el hogar. Educación, navidades, cumpleaños, disfrute de abuelos y vida social. Vacaciones, fin de semana, incluso viernes por la tarde”. 

 

Las cosas no fueron así durante muchos años en nuestro país. En el 36 estalló una guerra civil, que es lo peor que puede haber en un país, y aunque la guerra terminó en el 39, la posguerra, la reconstrucción del país fue larga y dura. Aunque a veces nuestros abuelos se ponen batalleros o oímos esa frase de “una guerra tenías que haber pasado”… no nos ponemos en situación. Es más, hay países muy cercanos, que están viviendo este momento y lo vivirán durante años. A mi se me abren las carnes con pensar en los niños sin navidad, sin cumpleaños, sin cole, sin vacaciones, sin comidas especiales; en los jóvenes que tenían carreras universitarias pensadas o empezadas que ya no podrán hacer y se pondrán a reconstruir un país sin que importen sus sueños; de ancianos que merecían una vejez tranquila y se encuentran incluso sin familia… y eso lo encontramos en Siria en los campamentos de refugiados o ahora en Ucrania. Pero conflictos hay siempre en ese incongruente mundo que prefiere vender armas que resolver el hambre. 

 

Pero volviendo a nuestro país, son muchas las anécdotas que yo he oído en mi casa. En casa de mi madre, la economía era muy justa y los Domingos había olivas y eran contadas. Mi madre cuenta que un tío mio se tragaba el hueso para no dar cuenta de cuantas se había comido. También había mantequilla algunos Domingos y los platos de legumbre eran los más habituales, lo que hizo que en generaciones posteriores quedaran un poco postergadas. 

 

Mi padre hablaba a menudo de un plato, que era otra tortilla sin huevos, que no eran más que patatas hervidas, que luego se aplastaban, se ponían en una sartén con un poco de tocino, que al freír y dejar ir la grasa, daba gusto a la patata… se iba dando vuelta con un plato imitando el proceso de la tortilla hasta que quedaba bien doradita. 

 

Recuerdo haber oído a mi abuela decir que en el racionamiento te daban lentejas y que iba que ir mirando el paquete, porque venían muchas piedrecitas en vez de lentejas. Esas meriendas tan cool de hoy en día, de pan con azúcar y vino o pan con aceite y sal, son manera de hacer atractivos esos ingredientes que … lastimosamente no se tenían muy a menudo.  Es sabido que el hecho de poner higaditos y sesos a los canelones o de cocinar rebozados estos últimos era un modo de aportar proteina, hierro y minerales a dietas deficientes. Otra cosa es que ahora, se vuelva a esos platos… pero antes se comían porque no se podía comprar otras opciones. 


A todos nos ha impactado hacer estas recetas; no porque no hayan resultado más o menos buenas; más o menos sabrosas... pero sabemos que muchos de nuestros antecesores no han tenido opción y han tenido que comer esos platos e irse muchas veces a dormir con hambre... algo totalmente desconocido hoy en día. 

 

Así que yo he decidido hacer otro de esos platos que he visto comer a mi padre toda la vida. Y son las arangadas en catalán y sardinas saladas o en salazón en castellano, arenques en Andalucía o sardinas de barrica. Mi madre solía comprarlas en las paradas del bacalao que venían en barricas circulares y que tenían un precio baratísimo. El origen de este proceder arranca de la época romana y era una forma de conservar los alimentos en sal. Para aclarar la confusión de si son sardinas o son arenques,  hay que especificar que la sardina arenque es una especie propia, el arenque con nombre Clupeidae, y que por su parecido con la sardina se le llama así. Es un pescado de carne muy sabrosa y es uno de los pescados grasos más saludables y populares. Tiene altas concentraciones de vitamina B-12; y A, D, K y E. Posee también sodio, fósforo, yodo y calcio, ácidos grasos poliinsaturados, especialmente Omega 3 y de ácido oleico. 

 

En mi casa se freía tomate y se ponía la arangada así, tal cual dentro. A mi, alguna vez que la había probado, me parecía excesivamente salada. EN el libro de Ignasi Domènech explica que hay que desalar la sardina como hacemos con el bacalao, limpiándola de espina y vísceras y sacar las escamas y poniéndola en agua. Gloria, de Comidería y Postrería me ha recordado que en muchas casa se metían entre la hoja de un periódico y se metía en el quicio de la puerta y se cerraba… Eso hacía que se separara el lomo de las espinas y vísceras y realmente, no sé cómo ni dónde, he visto hacer eso. 

 

Así que, el otro día, me compré una arangada y me la hice en recuerdo de esos domingos por la noche y de ver a mi padre disfrutar con este plato.  No lo hice bien, pues la dejé en remojo la noche antes, sin quitarle la espina ni vísceras y en mi opinión todavía estaba demasiado salada.  Pero el gusto me encantó mucho más que en aquellos años.

 

Aquí podéis ver las demás recetas de mis compañeros del reto. 




 

ARANGADES CON TOMATE

 

Ingredientes:

(tantas arangades como personas)

 

1 arangada

1 lata de tomate triturado

Aceite de Oliva

1 hoja de laurel/tomillo si tuviéramos (al gusto)

Pan

 

1. Limpiamos la arangada quitándole la espina, vísceras y escamas y ponemos en agua los lomos la noche antes (o más según gusto personal, en eso tenéis que investigar)

2.    En una sartén con un poco de aceite freímos los lomos secos, retiramos y en ese mismo aceite freísmo el tomate triturado. En mi casa le poníamos una hoja de laurel y si había tomillo un poquito. No poníamos sal pues la arangada ya tiene. 

3. Cuando el tomate esté hecho, añadimos la arangada y dejamos unos minutos. Servimos con pan!





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7 comentarios

  1. Una receta que también me trae recuerdos... mis padres hijos de la posguerra también, tenían en su ADN culinario muchas de las costumbres que he leído en este reto.En concreto uno de ellos es ver a mi padre aplastando la arangada junto a las bisagras de la puerta. Todo forma parte de lo que somos nosotros hoy en día verdad?. Un beso

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  2. Abril, qué manera más extraordinaria que tenían de buscarse la vida para llevar algo decente a la mesa. Lo de limpiar las lentejas de piedras se lo oí contar a mi abuela en muchas ocasiones. Cuántas tristes historias que se repiten y se repiten a lo largo y ancho de este mundo al que no entiendo. Opino como tú, prefieren gastar el dinero en armas que en erradicar el hambre del mundo. El reto de este mes me ha hecho pensar muchísimo más en lo que estarán comiendo los ucranianos que están en medio de esta guerra tan cruel y absurda.

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  3. Això que expliques de les llenties sempre ho vaig sentir explicar a la meva àvia. Ella tenia una botiga de bacallà a Reus i durant l'època de la que estem parlant avui al CtC baixava a coure els llegums (cigrons i fesols) a les quatre de la mationada perquè a les 8 estessin llestos per quan els passaven a buscar les dones per preparar les carmanyoles que els seus marits prenien a les fàbriques... i l'àvia em deia que al vespre, ella, el meu besàvi i la meva mare es passen una bona estona destriant cigrons i fesols perquè no hi hagués cap pedra quan els posaven a coure.

    I l'arengada amb tomacó, fregida... per a mi si que és un record d'infantessa... bacallà, arengada, olives i llegums... d'això, per sort, no en va faltar mai a casa, i quan vam arribar nosaltres, que ja no era època de penúries (per sort) hi ha receptes que a casa es van continuar fent.
    Gràcies per donar-nos l'oportunitat d'endinçar-nos en l'història d'aquesta manera.
    PTNTS
    Glòria

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  4. Hace poco hice una entrada en mi blog sobre como desalar arenques o arengades. Tenía curiosidad por saber como lo hacían nuestras abuelas, y fue toda una experiencia!
    Con tomate no las he probado, pero prometo hacerlo siguiendo tus instrucciones!!
    besitos

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  5. Mi suegro me contaba lo del periódico, la sardina arenque y el quicio de la puerta. Yo desde luego en mi casa no lo vi.
    Tienes razón con llevar ese dolor y ese hambre a los países que actualmente están pasando por situaciones parecidas. Yo no me quiero ni imaginar como tuvieron/tienen que ser esas infancias. Mi padre también me contó que unos chicos le robaron un día la comida que llevaba al cole y fue un día todavía con más hambre para él y que sus hermanos mayores intentaban quitarle su trozo de pan. Uff! no puedo ni pensarlo.

    Gracias por hacernos recordar que somos afornunados por no haber tenido que vivir nada similar.

    Bss

    Elena

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  6. A mi me perdonas mi ignorancia pero la palabra "Arangada", no me sonaba de nada, después me he dado cuenta que eran, digo yo, sardinas arenques, que es como la llamamos por aquí. Y que quieres que te diga, a mi me parece una receta exquisita, pues el pescado seco, esta muy rico. Felicidades por tu receta y tu preciosa foto. Besitos.

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  7. De la arengada, tu y yo ya hemos hablado mucho......pero decirte que con tomate yo no la había comido y la imagino riquísima
    Pero me voy para arriba de tu post, donde hablas de las patatas aplastadas y hechas en la sartén con un poco de aceite y darles la vuelta hasta que queden bien doradas. Esto en Suiza , así tal cual, bueno, con una pequeña diferencia y es que la patata una vez un poco hervida se pasa por un rallador y ya a la sartén con o sin tocino, la he comido de las dos maneras y es deliciosa. Se llama Rösti. Es curioso cómo todo se enlaza......
    Siguiendo por tu post, decirte que he sacado muchas piedrecitas de las lentejas. Mi madre nos sentaba a todas las hermanas alrededor de la mesa de la cocina y cada una tenía un montoncito de lentejas, ella no, ella controlaba que no quedase ninguna piedrecita. si encontraba una....bronca a la responsable!!!!!, mientras la chica hacía el sofrito y nosotras sacábamos las piedrecitas para después cocinarlas con el sofrito y el chorizo!!!! Madre mía que recuerdos y que buenas están las lentejas así!!!!!
    Gracias por llevarnos en este reto a ésta época precisa, por lo que nos ha removido, creo que a todas y a mí, personalmente me ha dado luz de muchas recetas que aún hoy día hago y que les he podido poner su historia. Eres una crack, Montse. Te felicito de verdad, por tu trabajo e investigación de cada mes.
    Besitos amiga

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