L'avia Pepita |
Hoy,
volvemos al reto personal de 4 bloggers que les apetece hacer cosas nuevas, en
este caso una receta favorita al mes del blog de cada una de ellas, una sóla
ronda, para acercarnos a fogones amigos y no sólo a las personas. Empezamos el
mes pasado con la coca de patata mallorquina de Marina, La
Rosquilla de la Tía Laura y este mes, Manu, nos trae una receta
entrañable.
Decir
eso y es activarse todos mis sensores, sacar periscopio, dar vueltas como una
loca en medio de mar, buscando ese tesoro. Nada me gusta más como esas recetas
que vienen de lejos y las familias, han tenido la inteligencia y la visión de
conservarlas y transmitirlas.
Manu,
Las Recetas de Manu, es esa blogger dicharachera, que llegó a este
mundo relativamente tarde (nunca es tarde para nada) pero al que se subió con
una energía desbordante…como todo lo que hace. En poco tiempo, se hizo con la
tecnología, con los conceptos y sobre todo con la fotografía. No deja de
aprender. Es incansable. Le gusta mucho
la cocina tradicional, pero no deja que eso la ciegue. Tiene la inteligencia,
la sabiduría de saber probar cosas nuevas. Eso me gusta mucho de ella. Es una
mujer amante de su familia, que en San Estebán, los reúne – entre
25 y 30 personas - bajo dos carpas en el jardín (porque en casa no cabrían) y
les hace un festín digno de reyes y princesas. Manu tiene dos hijos que la
vuelven loquita, de los que está enamorada y un marido paciente, que ahora,
espera a que estén hechas las fotos. Es
hospitalaria, dulce, generosa y quiere disfrutarlo todo en un momento. A veces,
es una niña.
Del
blog de Manu he hecho varias recetas, y especialmente de las denominadas
entrañables de Navidad…porque con ella, quedarás estupendamente…el flan de Escudella, la
terrina de ciervo, la
gelatina de naranja y creo recordar que nada más, pero por supuesto no
será lo último.
Dice
Manu en su receta, que ésta le vino de la mano de su suegra, la abuela Pepita, l’avia Pepita….. es bonito oír a Manu hablar de ella…no es lo
habitual ver nueras que quieren tanto a sus suegras, tanto como si fueran sus
madres. Ahí es cuando la química del mundo funciona al 100%. Afortunada. Así
que, no podía dejar de dejarme llevar por las emociones, y dedicar
oportunamente este post a Pepita. Y si, queréis saber más cosas sobre de dónde
viene este plato, que en la familia de Pepita se hacía todas las semanas santas…tendréis
que leerlo en su blog.
Sólo
querría hacer un apunte…. Una atrevida y
osada interpretación del porqué de la tortilla que cubre el plato. A pesar
de tener ciertas dudas al respecto yo he hecho el plato tal cual se hacía en su
origen. La primera vez que hago algo que no es mío, me gusta hacerlo siguiendo
la receta estrictamente…a no ser que haya algún elemento que odie profundamente.
Pues en mi opinión, en algún momento de penuria económica, quizás con falta de
útiles, algún cocinero/era de esta receta, necesitaba una tapa para terminar la
cocción del bacalao y al no tener, inventó una con unas tortitas o crêpes que
tenía del desayuno o del día anterior. Perdona Manu, esta teoría, pero la
pienso desde que lo cociné… el ingenio/penuria ha creado grandes recetas.
Receta
de LaRosquilla de la Tía Laura
Receta
de Los Cerezos en Flor
Gracias Montse. Me has emocionado y me has hecho reir con lo de que me vuelvo niña, me gusta💖. Creo que es importante a veces volver a serlo.
ResponderEliminarLa razón que das de la tapa de tortilla podría ser muy cierta.
Bueno, ya estoy preparada para el próximo reto. A quien le toca? 😉.
Mil besos
No había visto esta receta, voy corriendo a su blog a ver la receta de sus suegra, por cierto “rarrrooooraro” que haya ese amor con un suegra. Yo no las conozco, hasta esto de hoy, nunca es tarde.
ResponderEliminarVoy corriendo a ver este bacalao tan rico.
Besos