El
otro día Beatriz de To be Gourmet
nos propuso a Cósima y a mi ser jurados de su concurso de San Valentín
patrocinado por Mandisign .
Enseguida
le dijimos que sí, más que nada por corporativismo (Bridgets unidas!) y por
cariño sincero…no le podemos negar nada a esta mujer tan chic y cosmopolita.
Así que, aquí me tenéis leyendo y sonriendo con las anécdotas sobre “regalos y
equívocos” que habéis publicado en su blog.
Antes
de nombrar a mis seleccionadas y publicar mi receta de San Valentín os contaré
la mía.
En
mi grupo o pandilla, la mayoría de integrantes son “artistas”. Dicho en un
sentido amateur, pero a mis ojos, fantásticos artistas. Algunos de ellos tienen
un talento extraordinario (nuestros amigos siempre son lo más!) y tarde o temprano te das cuenta de que la
genética “manda”. Es el caso de la madre de uno de mis mejores amigos, que
realmente pinta y hace manualidades muy chulas. Además me une con ella una
relación sincera y de cariño profundo, como una tía, a la que uno adora y sigue
con veneración. En su tardía edad ha cogido los pinceles y hace unos cuadros
muy bonitos, llenos de color y vida. A
mi me gustan. Pero cuando me trasladé a mi piso actual, pinté una de las
paredes del comedor de rojo y entre las dos pensamos en colgar un cuadro en
medio como contraste. Y de repente apareció un día con un lienzo, copia de un Kandinsky.
A ella, como ejercicio le pareció fantástico y le permitió entrar en un mundo
desconocido…pero a mi… que estaba esperando quizás un cuadro con flores
(temática que suele usar), o un paisaje mediterráneo…..me quedé chascada. La verdad es que el cuadro no le queda nada
mal a la pared roja, porque si lo pones en una blanca se ahoga en ella (tiene
mucho blanco y piezas de colores en el centro).
Pero no me gusta nada… (ni el cuadro ni Kandinsky!) además esta persona
es la típica que cuando viene a casa le gusta comentar el cuadro y lo mira una
y otra vez reconsiderando los trazos y sintiendo un sincero orgullo. Con el tiempo y tras mi segundo viaje a USA,
convertí en lienzo una preciosa instantánea de Monument Valley (atardecer
rojizo sobre esas fantásticas montañas) y es la que ocupa el centro de la pared
roja…Ahora bien, cada vez que viene la madre de mi amigo a comer o mi amigo,
hago un cambio de cuadros…. Soy una
cobarde.
Y
ahora sí, las tres finalistas son:
Ana C, con su anécdota de la gallina y
el gallo sobre peana.
Begoña, con su anecdotario de bodas…
impagable el tema tocados.
Rosa, por el pato granjero amago de
Chuki que asustó sus noches.
En
San Valentín se conmemoran dos cosas básicamente. Una el mito clásico del sacerdote
convertido en santo;, Valentín. En la época del antiguo imperio romano,
reinando Claudio II y ante la orden de éste de impedir los matrimonios de los
jóvenes porque decía que para ser soldado mejor soltero, celebraba matrimonios
secretos.
Enterado
Claudio II, lo mandó llamar y este aprovechó para hacer un poco de proselitismo
del catolicismo. Fue encarcelado y el oficial encargado de ello, le retó para
ridiculizarle a devolver la vista de Julia su hija que había nacido ciega. Lo
consiguió por milagro y el oficial se convirtió al catolicismo. De todos modos
Claudio encargó que fuera martirizado un 14 de febrero. Cuando fue enterrado
Julia plantó un almendro rosa en su tumba…por eso este árbol es símbolo del
amor.
También
y como contrapunto un 14 de Febrero de 1929, Al Capone mandó matar a 7 miembros
de una banda rival, los Moran… aunque el jefe llegó tarde y se salvó. Y porqué
os cuento esto? Porque este hecho nos lleva a Chicago… y de allí es la receta
que os traigo hoy.
La
pizza clásica de Chicago es diferente que en los demás sitios. La caracteriza
que el orden de los ingredientes se pone al revés y que la masa es alta y
esponjosa, como la de un pie.
Cuando
yo era jovencita había un local en la calle Provenza, enfrente de la Pedrera
que se llamaba Chicago Pizza Pie Factory…me
encantaba ir a cenar allí dónde te servían las pizzas en sartenes de hierro y
la decoración era USA total, con sus mantelitos rojos y blancos, las
fotos de los gansters en las paredes, los neones, los letreros de las
autopistas o de las calles, la televisión emitiendo partidos de beisbol o vídeos musicales, …. Allí probé por primera vez el pan de
ajo y los champiñones rellenos… que poco imaginaba yo, por aquel entonces, que
habría una correlación tan directa entre la ciudad que daba nombre al local y la
ciudad que se convertiría en mi destino. El Día de San Valentín hacían las
pizzas en forma de corazón… como la mía de hoy.
El
origen de esta pizza es confuso, algunos hablan de 1943 y la Pizzeria
Uno que versionó un vieja tarta de tomate italiano y otros hablan de un
chef llamado Rudy Malnati quién desarrolló esta forma de hacer la pizza. Una
de sus características principales es el uso de la semolina que le da a la
corteza un color amarillento. Otra de
sus características es el orden inverso de los ingredientes…esto se debe a que
como la masa es más consistente y el horneado más largo, si el queso estuviera arriba se quemaría, y por
eso se empieza colocando la mozzarella en el interior.
Letrero de Pizzería Uno's |
He
usado la receta que utilizó Montse de Rhu and Sam en su receta para mi concurso del año pasado. Su receta es básicamente la que utilizan allí,
ella la sacó de uno de los principales distribuidores de harina de Estados
Unidos, “King Arthur Flour”
y realmente sale estupenda. Gracias Montse por traerme “mi” pizza y el sabor de
mi ciudad y mis recuerdos.. la he usado un montón de veces!!!!!.
Uno de los sitios más famosos dónde comer esta pizza en Chicago es en Giordano's. Deliciosa!
Ingredientes:
Para la masa270g de harina panificable (2 cups)
70g de semolina/polenta (1/4 cup) (*)
4g sal (½ ts)
5g levadura fresca (1 ts de levadura seca)
24g aceite de oliva virgen extra (4 Tb)
110g de agua aprox. (1/2 cup)
1 tetra break de tomate frito de calidad o salsa de tomate casera
½ sobre de queso parmesano rallado
Albahaca fresca o seca
1 cebolla
1 pimiento rojo
100g champiñones
4 salchichas
50g de salami o chorizo en trocitos pequeños
Para acompañar
Aceite
picante ó Aceite de Oliva virgen extraParmesano en polvo
En
un bol hacemos un volcán con la harina y ponemos la sal por fuera del volcán .
Introducimos la levadura en el interior del volcán, el aceite y la semolina.
Añadimos un poco de agua y empezamos a mezclar. Como siempre es bueno no añadir
todo el agua de golpe sino que la vamos añadiendo conforme nos requiera la
masa. Si vemos que coge bien y nos queda
un poco de agua fuera la dejamos. La
masa será muy manejable, no se nos enganchará en las manos y trabajaremos bien
con ella.
Untamos
con aceite el bol, metemos la bola de masa dentro. Lo colocamos en un lugar
cálido por espacio de 1 hora ó que veamos que la masa se ha hinchado.
Mientras
tanto en una sartén con un poco de aceite pochamos la cebolla que habremos
cortado en juliana. Cuando esté la
colamos y reservamos.
Encendemos
el horno a 220º.
Extendemos
la masa por el molde que vayamos a utilizar. Hoy he escogido este en forma de
corazón para hacerlo en fechas especiales, como la del viernes, San Valentín. Untarlo con ayuda de un papel de cocina o un
pincel de aceite. Forramos el molde con
la masa. Dejamos reposar la masa en el molde unos 10-15min y luego nos será
fácil dar forma a las paredes
(habitualmente la masa cuando empezamos a formarla ofrece una lógica
resistencia).
Recordar
que esta pizza es un pie, es decir que la base es gruesa y con altas paredes.
Hornear
sin cubrir unos 10m. a 220º. Una vez vemos que empieza a coger un poquito de
color la sacamos para rellenarla.
Otra
de las características de la Chicago Pizza Pie es el orden en que se colocan
los ingredientes.
Primero
pondremos la mozzarella (abundante!) cubriendo toda la base. Después añadimos
la cebolla que habíamos pochado y los trocitos de salchichas en trozos toscos. Las
salchichas en Chicago son muy espaciadas (no las tienen como nosotros neutras o
tan sólo con pimienta como mucho), todas son fuertes de especies…así que para
recordar ese sabor yo le añado unos trocitos de chorizo o de salami. Luego los
champiñones enteros si son pequeñitos o en cuatro trozos si son grandes.. y
finalmente el pimiento cortado en aros.
Después
añadiremos la salsa de tomate en
abundancia…llegando hasta arriba de las paredes de la pizza. Si queréis podéis hacer vosotros la salsa de
tomate como acostumbréis, pero para la pizza a mi me gusta usar una buena salsa
de tomate frita ya precocinada (personalmente y no siendo una usuaria de los
DIA, he de reconocer que su salsa de tomate frita me pirra!). Podéis añadir un poco de parmesano por encima
y un chorrito de aceite de oliva virgen extra antes de hornearla, pero es un
paso opcional. Personalmente me gusta añadir esos dos ingredientes al final,
sobre las porciones que nos hagamos.
Cortar
la albahaca en trocitos pequeños y añadirla por encima.
Meter
en el horno de nuevo unos 25m o hasta que veamos que la salsa burbujea en la
pizza. Sacarla y dejarla reposar 10-15min.
(Para esta ocasión y copiando la idea de Beatriz con sus panecillos, unos 5 min. antes de
sacarla del horno, coloqué un molde en forma de corazón de cookies en medio de
la pizza, lo llené con un poco más de mozzarella y lo volví a introducir en el
horno con el gratinador. Así se deshará y tendrá la forma de corazón. Una vez
se ha dorado, sacamos la pizza del horno y con cuidado retiramos el molde).
Servir
con queso parmesano por si se quiere añadir a gusto del personal y con aceite
picante (si tenemos y queremos) o aceite de oliva virgen extra.
(*) la semolina es trigo mientras que la polenta es maíz. La semolina es alta en proteína y fibra, y buena
en vitaminas B y E, y ayuda al sistema inmunológico. La polenta tiene un alto nivel de carbohidratos,
lo cual proporciona un complemento elevado de energía y es rica en zinc y
hierro.
No coneixia aquesta pizza, ha de quedar boníssima!
ResponderEliminarI amb forma de cor, super adequada per sant Valentí ;)
Muy buena entrada, desconocía el origen de San Valentín, me quedo con la el de Chicago, me gusta más. Una piza estupenda, debe ser difícil acabarla, pero... todo es ponerse delante!!! Bss.
ResponderEliminarme apunto a tu Chicago Pizza Pie, enhorabuena a las finalistas, bsss
ResponderEliminarMe ha gustado mucho lo del cambio de cuadros. Apunto el orden inverso de los ingredientes con esta masa.
ResponderEliminarY ahora me toca decidir a mí. Una de las tres anécdotas elegidas por tí será la ganadora.
Suerte a las tres!
Mi primer pintor que estudié en diseño fue precisamente Wassily Kandinsky, fue para mi un quebradero de cabeza, su punto y línea sobre plano fue muy difícil de entender, pero llegué a adorarle aún cuando lloré muchas veces por su "culpa", jajaja. Entiendo que no es fácil, y si el cuadro que tenías no era de tú agrado claro que cambiarlo está mejor, y yo también sería una cobarde :P
ResponderEliminarLo de la pizza lo vi en Callejeros viajeros, no recuerdo si el local en cuestión era el que nos dices pero recuerdo la pizza, pensé que diferente es a la que conocemos, servida en sartén y el local lleno de gente, igual era el mismo lugar.
Desde luego venir a verte nunca me deja indiferente, ahora me llevo la pizza al Evernote para cuando pueda hacerla en casa, tiene que saber muy rica.
Un besito preciosa
jaja, cobardica!!! menos mal que las pizzas románticas las bordas!!! un besito
ResponderEliminarMenos mal que el cuadro no me lo dieron a mi!! Sino menuda armo, mi Madre pinta, y lo hace muy bien, quizás de ahí el que sea tan crítica con esa arte en particular...sabes que me encanta del 14 Al Capone, si lo sé soy salvaje, pero si eso nos lleva a esta ricura que es la pizza chicago, favorita de mi Padre (desde que murió no la hago) pues mucho más!!
ResponderEliminarUn abrazote preciosa!!!
Jajajajaja, para verte!!! con el cuadro para arriba y pra abajo, ahora lo pongo ! que viene, que viene!! ahora lo quito!!! jajajaja Buenisima la anecdota!! La pizza maravillosa de verdad e ideal claro para un día como el de mañana.
ResponderEliminarBesazo
Ettore
Cobardica.... bueno, cobardica a medias que ahora seguro qeu se ha enterado y hasta te trae un buen cuadro como agravio del Kandinsky¡¡¡ Fijate lo bueno que puede tener el blog. "Tu pandilla" tiene que se "la ostia", como diría un buen vasco.... y esta pizza que la desconocía por completo, la bomba. Me la llevo, porque siempre que llego a tu rincón me marcho con una sensación de proximidad, buen rollo y creatividad, impresionante. Ahh y con cositas nuevas que aprendo que me encantan¡¡.
ResponderEliminarYa tengo tu peli¡¡¡¡ ...pero no no te lo voy a contar, chincate. Bss
Virginia "sweet and sour"
Quina pizza més bona, Mon!! I sense dubte, molt i molt original!! Això de ser jurat deu fer respecte, però ha de ser molt emocionant alhora!! Petonets!
ResponderEliminarLes pizzes es el meu plat preferit!!! ja veus quin paladar mes selecte que tinc... i sigui de la forma que sigui, m'encanta aquest a proposta!!! un petonas!! (els accents no funcionen...)
ResponderEliminarMon vaya divertida aneclota.Una pizza muy buena y original y me gusta todo lo que has puesto
ResponderEliminarbon cap de setmana
peto
Oooh! La faig avui segur!!!!!!! M'ha encantat el post però si no t'ho dic revento: una paret vermella??? :) Diuen que el vermell influeix en el nostre estat d'ànim fent-nos més agressius i posant-nos nerviosos? Espero que el color de la paret no t'afecti a tu! Petons!
ResponderEliminarUna pizza molt amorosa! Petons!
ResponderEliminarUna pizza fantástica esta que nos traes, ideal para tan señalada fecha, encima es tan apetecible que seguro que no me podré resistir a prepararla en cualquier momento del año! Muy rica!!
ResponderEliminarUn abrazo!!
Un cor de pizza... Havia d'estar bona segur menina de Chicago!
ResponderEliminarNani
Nena quina ilu recordar la pizza de Chicago! mira que està bona aquesta massa... l'he de tornar a fer aviat tot i que sigui una bomba :-))) Aquesta versió teva m'ha robat el "cor"!!!
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