MERMELADA DE NÍSPEROS Y OJOS DE DRAGON

“Cómo todos los lunes hoy irá al edificio de la calle Homero, para seguir las obras que le tienen un poco desesperado. Un edificio de unos 60 años, con pequeños apartamentos de una y dos habitaciones, que no le dan unos ingresos maravillosos para los tiempos que vivimos. En cambio, la canalización antigua de plomo de la conducción del agua le trae unos gastos terribles cada año. Cuando no es el cuarto, es el quinto, y sino el sobreático…pero cada seis meses más o menos, en algún piso se produce un escape y hay que cambiar las tuberías, cuando la avería es fácil.  Hace unos días reventó una de las cañerías de la portería y así estamos; revisando las obras que sus operarios, “Pepe Gotera y Otilio”, van acometiendo. 

Y como todos los lunes, a las 10,10h saldrá del segundo piso, aquella mujer que Para su mundo. Su vida ha sido tranquila, profesionalmente dura, muchas horas y pocas satisfacciones y una familia que ha marcado su vida. Desde pequeño supo que seguiría en el negocio de su padre, porque era su destino. Aquel hombre huraño, que pasaba las horas encerrado en su despacho, con su visera y sus manguitos que hacía largas listas de cuentas, murió muy pronto y él tuvo que hacerse cargo del negocio con apenas 16 años.  Además su madre, una mujer siempre enferma ejerció sobre él una férrea posesión que, aunque a sus 60 años el maneja con cierta habilidad, marcó una juventud solitaria alejado de fiestas, grupos sociales y distracciones propias de un joven. Una vez estuvo a punto de dejarlo todo por una rubia maravillosa que le arrastró al lado oscuro, pero al final su profundo y arraigado sentido de la responsabilidad le hizo quedarse junto a los suyos. 

Y tal como el espera a las 10,10h sale esta mujer del segundo que baja las escaleras con energía, llena de luz, dejando tras de sí aromas de flores. Le gustan los pañuelos grandes, que lleva al cuello con esos nudos enredados y voluminosos, una camisa de pequeños lunares blancos y unos tejanos. Zapatos cómodos, nada de tacones y un bolso grande, dónde caben todos sus negocios. Tiene cara de mujer del sur, piel fina y blanca, casi sin pintarse, y un pelo lacio y moreno que lleva muchas veces cogido con una sencilla coleta. Ella bajará, moverá el aire alrededor de él y del conserje como si fuera una mariposa y el mundo tendrá un segundo menos de vida. Sonreirá, dirá “Adiós” y abrirá la puerta con la energía del que va a ganar un millón de euros. Le gusta ese halo de triunfo que rodea a esta mujer, sin que signifique que vaya a tocarle la lotería. 

El conserje le ha contado que es una agente inmobiliaria y que le gusta mucho cocinar, que tiene un blog. Precisamente, el viernes estuvo con él, recogiendo nísperos de los tres árboles que hay en el patio trasero que lleva al parking de los dos edificios que lo comparten.  Le parece una mujer maravillosa y sabe, que nunca se atreverá a dirigirle la palabra, a no ser que tengan que hablar de las cañerías.

Hoy es martes y está en su despacho. Entra Carmen, su secretaría y le deja una bolsa pequeña de esas de cartón que te dan en las perfumerías, y le dice que lo ha traído un mensajero para él. Abre la bolsa y ve un bote de mermelada naranja delicadamente envuelto en papel de seda blanco. En la etiqueta pone “Los Sueños de Homero”, Mayo 2018. Al lado un sobre. Lo abre.

“Los nísperos del patio interior de nuestra finca, son nuestro generador de oxigeno particular. Cuando florecen, cuando se llenan de nísperos, el patio se convierte en un jardín. Un jardín que es sólo nuestro. Cuando entro en casa, lo primero que veo es la ventana y tras ella dos de los nísperos. Por las noches, y más en verano, los nísperos absorben todos nuestros sueños, nuestras respiraciones agitadas, tranquilas, felices o tristes. Cuando se abren las ventanas por el calor, las televisiones, las conversaciones, el ruido de los cubiertos, todo va para ellos. Cuando la gente grita porque gana el barça o porque se han enfadado entre ellos, todo va para ellos. Los Domingos, cuando las paellas, los estofados, las parilladas y los dulces del horno salen por los tubos de respiración, van para ellos. Cuando un niño sopla las velas de su cumpleaños poniendo en ellas todas sus expectativas, el humo de sus deseos va para ellos. Cuando la gente sale al balcón para fumar, para tener conversaciones privadas, para tender la ropa o regar sus plantas o para relajarse, todo va para ellos. Cuando al salir el sol los gorriones y los mirlos nos dan los buenos días desde sus ramas va para ellos. Esos árboles recogen nuestra vida y nuestros sueños y anhelos. 

Y sería injusto que usted, que permite que todo eso suceda, que nos cuida en silencio intentando satisfacer también nuestros intereses con los suyos,  que responde siempre al teléfono cuando algo sucede en nuestros pisos, no tuviera un poco del néctar de nuestras vidas".

Gracias. Elisabet, 2º2ª”.

 

Abre el pote y absorbe el profundo aroma de los nísperos. Lo cierra. Y sonríe. Ahora sabe que, el lunes próximo, tiene una oportunidad. "

Abril Expósito

Cuaderno de bitácora

 

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Cuando aprendí a hacer la mermelada deEl Oso con Botas, sabía que había quedado atrapada en una nueva costumbre, hacer mermeladas diferentes, mezclando flores y frutas, o buscando la delicadeza de sabores exóticos. También tengo la suerte de tener esos tres árboles nísperos en el patio interior de mi edificio y que, tengo al conserje compinchado para recogerlos (nadie lo hace) a cambio de un par de botes. Me enamora hacer esta mermelada con los nísperos que nos oyen “vivir”.  Tiene una cierta magia que me engancha y me hace comprender la adicción a comer lo que uno cultiva. Forma parte de ti. 

Esta mermelada está adaptada a la del Oso con Botas. No lleva flores porque aún no han salido las primeras flores, pero la hice con “ojos de Dragón” o Longans. Mi idea inicial era hacerlo con lichis, pero no encontré y me incliné por los Longan, por su parecido y su toque exótico. Es de textura un poco líquida, pero lo prefiero a usar pectinas artificiales. Espero os guste, porque realmente es deliciosa. 

Los Longan son un fruto de origen asiático, rico en vitamina C, con propiedades antiestrés y bueno para las encías. Se parece mucho a los litchis, aunque su cubierta es marrón y no rosada, su fruto es blanco, carnoso, ácido y dulce, con aromas exóticos. La semilla es negra, de ahí su mote de “ojo del dragón”, con el blanco del fruto y el negro. 

Si tenéis una cantidad de fruta diferente, y queréis calcular las fórmulas podéis hacerlo aquí.

 

MERMELADA DE NÍSPEROS CON OJOS DEL DRAGÓN

 

Ingredientes:

(para 5 potes)

 

610g de nísperos sin piel* ni semillas (aprox. 1.200kg)

120g de longans (aprox. unos 300g)

300g de azúcar

3 limones

 

1.   Limpiar los nísperos, y si son comprados quitarles la piel. Yo la dejé por lo de las propiedades que hay bajo la piel y porque es dónde está la pectina también. Obviamente estos nísperos nunca han sido fumigados.

2.   Poner enseguida el zumo de limón sobre la fruta para evitar que se oxide. Yo dejo los medio limones dentro y los hago con la mermelada para que le aporten pectina.

3.   Ponerlo en un bol.

4.   Pelar los longans, quitarles la semilla interior e incorporarlos al bol con nísperos.

5.   Añadir el azúcar (yo puse un poco menos del 66% recomendado por El Oso con Botas).

6.   Tapar con papel film y dejar reposar en la nevera 24h.

7.   Al día siguiente poner a cocer la mermelada.

8.   Tened preparados lo potes esterilizados. Poner en una olla a hervir los potes con sus tapas, con un trapo abajo y entre ellos para evitar que choquen entre si. Tenedlos así unos 10’. Sacar del agua cuando esté tebia y dejar secar boca abajo sobre papel absorbente o una toalla limpia de cocina.

9.   Cuando la mermelada alcance los 104º-105º estará lista. Cómo los nísperos no tienen mucha pectina os quedará un poco líquida. Si queréis podéis añadir pectina artificial, o tb añadir en una bolsita preparada para cocer con pieles y corazones de manzana. Pero a mi me gusta así. Es más natural.

10.Retirar los limones y pasar el pimer.

11.Verter en los tarros con ayuda de un colador y cerrar.

12.Si no vamos a pasteurizar les damos la vuelta y los dejamos sobre el mármol de la cocina, hasta que enfríe naturalmente. Al darle la vuelta la tapa tendrá su parte flexible hacia dentro. Eso nos indica que se ha hecho bien el vacío. Si pasteurizamos ponemos a hervir en una olla los potes cubriéndolos con agua (2-3cm) y dejar hervir al menos 30’. No sacar del agua hasta que esté tebia y dejar boca abajo hasta que enfríe, para que se haga el vacío. 

13.Eso es todo. Bon Appètite!

Esta cacatúa suele venir cada año a comerse los nísperos

Floración de Octubre

Pero no sólo las cacatúas quieren comerse los nísperos