Un año más,
llega uno de mis fines de semana favoritos. Bajar a la catedral e imbuirme en
el hastag #Mercadosdemiciudad me satisface sobremanera. Entre esas
murallas, en las que antaño el bullir de la gente se parece al de hoy, uno se
siente atemporal, a no ser que mire más detenidamente y vea los móviles, los
ipads, los ropajes de la gente y sobre todo el lenguaje. Pero, si cerramos los
ojos, ese runrun humano, creo debía ser muy parecido. Me gusta pensar
eso cuando estoy aquí. Imaginar como ciertas puertas/puntos concretos abiertos
al espacio y las dimensiones, podrían trasladarme a esos otros mercados. Por un
instante y dejando una trampilla en la puerta para volver, me gustaría mucho
poder mirar, oír y probar.
Pero estamos
aquí, en 2016 y de nuevo el éxito ha rodeado este evento promovido POR y PARA
los mercados. No nos confundamos, esto no tiene nada que ver con el turismo,
funciona endogámicamente para promocionar, promover y enaltecer una profesión
antigua que hemos de tratar de recuperar o hacer crecer. Cuales son las claves
para ello? Si rodearlos de turismo a través de la comida fácil, si conseguir
que la gente joven se haga “adicta” tratando de atraerla mediante eventos
didácticos que les enseñen a comprar y/o/a cocinar, si ayudando al paradista a
poder compatibilizar los duros horarios que tiene que vivir para poder competir
con las grandes superficies.
Todo esto lo
está impulsando el Institut Municipal de Mercats
de Barcelona,(IMMB), y es con este fin de
semana de actividades lúdico/didácticas que celebran su
colaboración. No quiero dejar de felicitar a las personas que lo
llevan, por su eficiencia y sus miles de horas de trabajo, seguramente extras,
que han tenido que hacer para conseguir tan buenos resultados. Este año han
pasado por la feria unas 270.000 personas, (265.000 el año pasado), 36 paradas
de los distintos Mercados de la ciudad han estado presentes, 24 productores de
proximidad, 12 cellers de vino y cava, 13 restaurantes y 26 chefs de toda
Cataluña que han pasado por esta edición.
Ha habido un Aula de
Tast, dónde se ofrecieron catas de vinos, presentaciones y productos que
salían de los cocineros que vinieron a mostrar lo mejor de si mismos y de
su Aula de Cuina, donde los chefs nos contaron sus mejores
recetas con gran generosidad. Yo como siempre, he invertido todo mi tiempo
en el Aula de Cuina, disfrutando de un curso de cocina monográfico
sobre los mejores cocineros de mi tierra, la mayoría con estrellas y
gran reconocimiento.
Felicitar un año más a la
organización por la perfecta ejecución de todo y al Grup Gsr.
En las presentaciones, tanto Salvador García Arbós, como Carme Gasull, Belén y
Xavier Agulló demostraron una vez más lo avezados que están en estas lides.
La ponencia del Domingo a las
12,30h en el Aula de Cuina, suele ser el momento estrella de la feria. Hace 2
años Dacosta, hace 3 los hermanos Roca, el año pasado Gastón Acurio y la
Pandilla del Tigre. Se llena el Aula, y va llegando gente que se suma al final
de la misma, en la parte exterior pero que está abierta y permite que la gente
lo disfrute. El ambiente se empieza a caldear y uno sabe que va a pasar un buen
rato. En esta ocasión Carme Ruscalleda, que no necesita presentación y Toni Massagué, director de la Fundacion Alicia.
TM
apunta que parte del éxito de nuestra cocina se debe a la diversidad
geográfica; tenemos litoral, tenemos secano, tenemos humedad, tenemos bosques
dónde crecen las setas, tenemos una extensa huerta.... Somos ricos en materia
prima.
Y no hay duda, lo que no se cocina, lo que no se consume, no es cocina autóctona. No sirve de nada intentar recuperar platos de la edad media, porque seguramente si no han llegado a nuestros días, quiere decir que por algún motivo, dejaron de ser "nuestros". Si, sirve a un nivel histórico, o curioso, pero no es gastronomía.
La falta de referentes, bibliográficos, o de transmisión familiar es lo que nos apunta CT. El hecho de que haya habido una generación huérfana de transmisión, al no encontrar en casa quién la hiciera posible (abuelas ausentes, madres trabajadoras), papel que quizás ahora queremos que supla la enseñanza y que Tony mantenía en la duda. Aunque cualquier formación es bienvenida. CR nos habla de como el hecho de que la "cocina" esté de moda, esté en las redes sociales, hace que los niños se acerquen a ella.
CT nos habló de su proyecto de edición de un libro con los básicos para ser impartido en las escuelas. Y también agradece en un bonito parlamento, esa “cocina a la carta”· que fue la de nuestras casas; cuando a uno no le gustaba la cebolla y no la encontraba, otro estaba a dieta y el tercero era alérgico al gluten. Madres y abuelas que hacían con cuatro ingredientes, comida para muchos y que, ni se les alteraba la cara, cuando uno más se incorporaba a la la mesa. El trabajo del buen restaurador, es ofrecer a través de sus platos ese mismo cariño, esa misma dedicación. Cuando un comensal no siente nada al comer uno de sus platos, ella piensa, “algo no ha funcionado”. Todo tiene que retrollevarnos a momentos y experiencias que hagan del momento, un momento de placer.
TM incluso, se acercó más a la síntesis, cuando expresó que no existe ningún placer, ni siquiera el más obvio de todos los placeres, que permita a nuestro cerebro un placer mayor.
CR trató de cerrar filas con el producto fresco, con la transmisión con la enseñanza, porque tal y como ya nos expresó en la entrevista de Cooking theChef, hay unos hilos internacionales que nos quieren alejar definitivamente de todo ello. Un futuro en el que, no existirá la riqueza de un producto fresco y de temporada, como el que disfrutamos en nuestro país, una tradición...son las armas para luchar contra ese futuro. Enseñemos a nuestros hijos porque “esto se acaba”.
Y no hay duda, lo que no se cocina, lo que no se consume, no es cocina autóctona. No sirve de nada intentar recuperar platos de la edad media, porque seguramente si no han llegado a nuestros días, quiere decir que por algún motivo, dejaron de ser "nuestros". Si, sirve a un nivel histórico, o curioso, pero no es gastronomía.
La falta de referentes, bibliográficos, o de transmisión familiar es lo que nos apunta CT. El hecho de que haya habido una generación huérfana de transmisión, al no encontrar en casa quién la hiciera posible (abuelas ausentes, madres trabajadoras), papel que quizás ahora queremos que supla la enseñanza y que Tony mantenía en la duda. Aunque cualquier formación es bienvenida. CR nos habla de como el hecho de que la "cocina" esté de moda, esté en las redes sociales, hace que los niños se acerquen a ella.
CT nos habló de su proyecto de edición de un libro con los básicos para ser impartido en las escuelas. Y también agradece en un bonito parlamento, esa “cocina a la carta”· que fue la de nuestras casas; cuando a uno no le gustaba la cebolla y no la encontraba, otro estaba a dieta y el tercero era alérgico al gluten. Madres y abuelas que hacían con cuatro ingredientes, comida para muchos y que, ni se les alteraba la cara, cuando uno más se incorporaba a la la mesa. El trabajo del buen restaurador, es ofrecer a través de sus platos ese mismo cariño, esa misma dedicación. Cuando un comensal no siente nada al comer uno de sus platos, ella piensa, “algo no ha funcionado”. Todo tiene que retrollevarnos a momentos y experiencias que hagan del momento, un momento de placer.
TM incluso, se acercó más a la síntesis, cuando expresó que no existe ningún placer, ni siquiera el más obvio de todos los placeres, que permita a nuestro cerebro un placer mayor.
CR trató de cerrar filas con el producto fresco, con la transmisión con la enseñanza, porque tal y como ya nos expresó en la entrevista de Cooking theChef, hay unos hilos internacionales que nos quieren alejar definitivamente de todo ello. Un futuro en el que, no existirá la riqueza de un producto fresco y de temporada, como el que disfrutamos en nuestro país, una tradición...son las armas para luchar contra ese futuro. Enseñemos a nuestros hijos porque “esto se acaba”.
Me encanta leer tus crónicas de MdM. Son muy interesantes y además escribes muy bien.
ResponderEliminarYo también estoy con Carme R. en que hay intereses en romper toda esta tradición gastronómica y en crear productos que sean rentables y les den beneficios... lo demás se las trae floja... Lamentablemente!
Si conseguimos que la generación siguiente siga interesada en los productos de temporada, y km. 0, entonces le habremos ganado una pequeña batalla a esa gente que mueve los hilos.
besos guapa!