Dudáis cuando os preguntan cual es vuestro restaurante
favorito? Yo no… especifico. Si la pregunta se refiere a un restaurante de envergadura,
temático, de estrella yo dudaría o tendría un ranking de más de 10. A veces, un
restaurante es bueno para cenas íntimas, o para ir con los amigos sin
preocuparse del entorno o como en nuestro caso, para llevar a otros bloggers cuando vienen a nuestra ciudad….Pero yo os
hablo de ese otro restaurante dónde uno casi los siente como una prolongación
de su casa. Dónde todo lo que prueba le gusta, dónde le conocen y dónde la
comida se presenta y sabe fantásticamente. Ese restaurante que se une contigo
como un novio o un mejor amigo.
Y ese restaurante, dónde me gusta tanto ir, no os lo voy
a decir. No le falta éxito, así que no lo necesita.. y por otro lado, a veces
uno quiere guardar como “su tesoro” estos lugares especiales, suyos. Que ya os
digo, no tiene nada de mio, porque siempre está lleno a rebosar.
Porqué me gusta éste restaurante? Por su filosofía. Y es la filosofía que yo tendría si alguna vez la loca idea de montar un restaurante (en el extranjero) me acudiese. Su
aspecto es más bien desaliñado, antiguo…con recuerdos y adornos vintage. En el interior las mesas son largas para
llegar, sentarse, comer y si uno va sólo quizás pueda congeniar con un
compañero de mesa. En el exterior una terraza pequeña de apenas 6-8
mesas. Lo llevan 2 hermanos franceses,
Simon en la cocina y su hermano Jules en las mesas. Los platos del día, 2 de cada, en
una pizarra en negro. Cuando se terminan, se terminan. Como en casa….A algunos les parece que
deberían ofrecer alternativas, que eso no está bien. A mi me gusta que se
terminen las cosas, como tu madre, que no cocina mágicamente para todo el
barrio, sino que ha hecho una cacerola de macarrones y aunque ha calculado para
cuantos podría ser, a veces se falla. Esto
es lo que hay y sino un bocata (que son deliciosos), un huevo frito o una ensalada.
Sólo trabajan en los desayunos (muy éxitosos en el barrio) y en las
comidas, de lunes a Viernes. Noches y fin de semana fiesta. No quieren ganar
una fortuna. Lo justo para vivir durante el año y dedicarse el verano a viajar
y aprender de otras culturas. Al menos, eso es lo que suele hacer Simón según
me contó una vez.
La comida es fantástica. Mediterránea, bastante francesa y
con toques orientales. Platos que no son
muy grandes, pero están llenos de detalles, de especies, de ingredientes que te
obligan a preguntarte qué lleva el plato. Sencilla esquisitez o exquisita sencillez. Mezclas y sabores suaves pero con
personalidad. Francia, omnipresente: rilettes, tatin muy a menudo (deliciosa),
salsas trabajadas.
Y el último punto… Simón. Ha vivido en todo el mundo y se
nota en su mente y en su cocina. Toques Thai, japoneses, orientales. Sabéis que es lo mejor de Simón? que no tiene
inconveniente en explicarte como ha
hecho un plato. Y no te oculta ningún secreto. Como esta crema de
coliflor que comí esta semana en su restaurante y que hoy os traigo en una
nueva sección, dónde iré poniendo lo que aprendo de él. Lo único que cambié fue uno de los quesos,
Simón me había dicho que eran Brie, Cabra y Camembert, pero quise darle un aire
ahumado porque el Idiazábal ahumado me chifla. Es deliciosa, y como la vichissoise,
puedes comerla fría o caliente. Ahora, fría es una delicia. Y…. puede ser un truco para niños que odian la
coliflor.
La Coliflor,
es una hortaliza que está ahora en su mejor momento (Septiembre-Enero). Su mal
olor cuando la hervimos se debe al qzufre que contiene. A algunas personas les
parece que provoca flatulencia, pero si se hierve bastante esa cualidad se
pierde. También puede añadirse al agua, comino o hinojo. Es muy diurética,
tiene Vitamina B5 y B6, ácido fólico, potasio y fósforo.
CREMA FRÍA DE COLIFLOR A LOS TRES QUESOS
Ingredientes:
(me salió para 6-8 personas en
dosis pequeñas)
½ coliflor grande (ó 1 pequeña)
100g de queso brie100g de queso de cabra de rulo
100g de queso Idiazábal ahumado
Sal/Pimienta
Tabasco (opcional)
Brotes para adornar (opcional)
Bacon ahumado (opcional)
Ponemos a hervir la coliflor en
agua. Añadimos sal.
Pasamos el pimer por la coliflor
ya hervida con un poco del agua. Tiene que quedarnos cremosa, no acuosa.
Podemos reservarla y si luego la queremos añadir será muy fácil.
Volvemos al fuego la crema y le
añadimos los quesos a trocitos. No tengamos el fuego muy alto y revolvamos
frecuentemente porque puede engancharse algunos de los quesos al fondo de la
cacerola.
Si no nos quedan perfectamente
fundidos podemos volver a pasar el pimer. Probar el punto de sal y pimienta.
Poner a refrigerar en la nevera.
Para servir, pasar por una plancha o sartén sin aceite trocitos de bacon y
dejar que se doren.
Si os gusta el punto picante,
hacemos un fino círculo de gotas de Tabasco en la superficie. Con la ayuda de
un palillo pasándolo por las gotas hacemos un dibujo en la superficie de la
crema. Si es para niños, o no os gustan los picantes, no usar el tabasco.
Colocamos el bacon y algún brote.
Bonn appétit!
Qué sencilla y qué rica! Esta me la apunto, aunque en casa la querrán caliente, ya te lo avanzo.
ResponderEliminarOye, pues un secreto muy bien guardado porque ni a mí me lo has contado :P jaajajaaja... La próxima vez que vaya a ver si podemos ir... a no ser que tampoco quieras que conozca el secreto :D
besos guapa!
De entrada decirte que de la manera que describes el restaurante ya me gusta, es el estilo que busco en muchos restaurantes y por desgracia a muchos les falta ese toque. La crema es fantástica la hago hace mucho tiempo y es la menta que mi familia come coliflor, porque no la notan y realmente está muy buena. Un detallito por si quieres probar la coliflor yo la pongo a hervir medio agua medio leche así no pierde su blancura también es truquito de chef. Los tres quesos son sublimes pero el toque ahumado que le das con el Idiazabal es genial. Las gotas de Tabasco aunque sean tres yo le pondré. Bonita entrada Mon. Petonets.
ResponderEliminarSeguro que ha de ser buenísima si es de donde me imagino, pero además von los ingredientes que lleva, ha de estar deliciosa!!
ResponderEliminarBesos
Me parece una gran filosofía para un restaurante, honesto, inteligente y sobre todo, ético. Un aplauso a los chefs.
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