MACEDONIA DE INSPIRACION THAI - MEMÒRIES D'UNA CUINERA

MACEDONIA - NUEVO RETO DE MEMÒRIES D'UNA CUINERA

Este mes el reto de Memòries d’una cuinera es muy veraniego, fresco y muy vitamínico.

Las macedonias son uno de esos postres de nuestra infancia, al igual que el flan Royal o Potax y nuestro favorito en los restaurantes, el pijama, que es un max-mix, o como se diría en cocina moderna, un postre de fusión.

En el origen, como en todo en la vida, este tipo de mezclas surgieron para aprovechar stocks de frutas, o piezas que no eran muy bonitas y así se sacaba partido a las partes de la fruta no “tocadas”. Siguiendo la leyenda el nombre de este plato lo debemos a un símil con el Imperio Macedónico que construyó Alejandro Magno, uniendo culturas, razas, idiomas y tradiciones.

En mi casa, cuando ya éramos más mayores, mi madre acostumbraba a “echarle una alegría” a la macedonía, ya sea en forma de moscatel, un resto de vino blanco o cava  o algún otro licor. La verdad es que es un postre que no suele gustarme mucho, aunque le reconozco la practicidad. 

Con Cristina, cuando teníamos la jornada intensiva, nos gustaba ir algún día de la semana a comer a un tailandés que había cerca de nuestro trabajo. Tenían un menú muy bueno y lo disfrutábamos mucho…tanto que más de una vez nos pedimos el menú degustación… cómo nos gustaba!  En el postre siempre había una macedonia muy simple con tres o cuatro frutas; melón, pera y quizás manzana, y lo que más me entusiasmaba era era el líquido que la amalgamaba; una leche de coco muy cremosa. No he conseguido ese sabor ni esa textura, pero igualmente el resultado ha sido bueno. Intenté aprovechar la fruta de temporada, siempre usando frutas exóticas.

MACEDONIA DE INSPIRACIÓN THAI

Ingredientes:

(para 4 personas)

½ papaya
½ piña
1 mango
2 cortes de melón
1 melecotón de viña
Arándanos
1 lima
1 lata de leche de coco
Crema de leche o nata líquida (un tetrabrik pequeño o ½ botellita)
Azúcar blanco (optativo)

Intentar vaciar la papaya conservando la cáscara. Reservar. Quitarle las pepitas a la papaya y trocearla en cuadraditos muy pequeños. Hacer lo mismo con la piña, el mango, el melón y el melocotón. Rocíarlo con el jugo de la lima. Añadir los arándanos.

Mezclar la leche de coco con la crema de leche o la nata. Como la leche de coco no es azucarada, quizás querais añadirle un poco de azúcar, en caso de hacerlo y como no se incorpora bien a la textura de la leche y la crema, le dais un golpe de pimer.  Verter sobre la fruta y … a disfrutar.

Hice dos tipos de presentación; en bol con un adorno floral (comestible), o en la cáscara de la papaya que previamente puse en el congelador para que se conservara más firme y fresca. En este último caso, preparar la presentación unos minutos antes de servirla, para evitar que se nos descongele. También en este último caso la espolvoreé con un poco de canela.