El grupo HEMC≠ 54 (Hecho en mi cocina) propone, a través del blog Mis vacas flacas, anfitriones del mes, cocinar una receta de una película, un libro, obra de teatro, canción, etc.. que hable de un plato de cocina.
He escogido “El festín de Babette” por ser una mis películas gastronómicas preferidas y ser también un cuento, de Isak Dinesen, así que, cumplo con dos de las premisas del encuentro.
Me encanta Babette, con esa serenidad, esa calma y ese dominio de la situación. De mayor quiero ser como Babette. No es que sienta, que tendría la capacidad, viéndome en la tesitura, de poner todo el importe del primer premio de la primitiva en una comida para mostrar mi amor y agradecimiento. Pero para entonces, tampoco habré sido el chef de ningún restaurante de la categoría del “Café Anglais” de París, en el siglo XIX.
Pero sí comparto con Babette, el deseo de agradar a los míos a través de mi modesta cocina. Es en ese momento, cuando estoy planeando un menú y posteriormente llevándolo a cabo, cuando pienso en Babette y como a ella, se me olvidan mis fronteras, y no pondría límites mentales o físicos con los que agasajar a mis seres queridos.
Pero no lo dudéis, si me tocara la primitiva, una parte de ella iría a un festín como el de Babette.
BLINIS DEMIDOFF
Así que después de buscar un poquito me he decidido por los Blinis. Más que nada, porque no iba a encontrar tortugas en la Boquería, ni me veía con ánimo de preparar codornices en su sarcófago.
Los Blinis, de origen ruso, como diría Chomsky con las lenguas, tienen un origen común en todas las gastronomías, dando lugar a diferentes pero parecidas masas para cubrir o rellenar, como son los crêpes franceses, los panqueques argentinos, o las filloas gallegas. Cuenta la leyenda que fue un aristócrata y gastrónomo ruso, Anatole Demidoff, quién las creó en el S. XIX para acompañar al caviar.
El Chef Jan Cocotte-Pedersen, del restaurante La Cocotte de Copenague, fue quién realizó las recetas de la película. Desde 1997 tiene su propio restaurante, el Elverdamskroen, dónde entre otros, ofrece el menú de la película.
He usado la receta del blog de Gabriela, (Gabriela, clavo y canela) y he revisado de nuevo las imágenes de “El festín de Babette”.
Ingredientes
160 g de harina
15 g de levadura fresca
2 huevos
230 g leche
200 g nata para montar
1 cucharadita de sal
Caviar (lo ideal es usar el auténtico. Yo he usado un sustito)
Crema agria (he usado la Crème Fraîche, de Président, por tener un punto agrio que me recuerda a la nata agria, ideal en esta receta)
Templar la leche, para quitarle el frio de la nevera, y disolver en ella la levadura. Mezclar con la harina y dejar reposar 1 hora y media.
Montar las claras a punto de nieve y la nata. Mezclar con la nata las yemas de los huevos y la sal. Incorporar a la harina y la leche que ha estado en reposo. En el último momento y con suavidad, incorporar las claras con movimientos suaves, siempre de arriba a abajo, sin batir. Dejar reposar media hora más.
Freír con mantequilla. Yo acostumbro a poner una pieza de mantequilla en la sartén y la recojo con papel absorbente, que voy usando con cada Blinis. Siguiendo las instrucciones de Gabriela he usado un aro de montar como molde para los Blinis, poniéndolo en medio de la sartén engrasado en mantequilla por dentro. Introducimos en él, con la ayuda de un cucharón, la masa del Blinis. No ha de ser como un crêpe, sino un pelín más grueso. Lo dejamos unos minutos y cuando salen burbujas ya podemos retirar el aro con cuidado. Con una espatula lo giramos y una vez dorado, retiramos. Salen bastantes con estas medidas.
Montar el plato, poniendo caviar y crema a partes iguales sobre el blinis. También puede añadirse cebolla troceada muy pequeñita o salmón.
Templar la leche, para quitarle el frio de la nevera, y disolver en ella la levadura. Mezclar con la harina y dejar reposar 1 hora y media.
Montar las claras a punto de nieve y la nata. Mezclar con la nata las yemas de los huevos y la sal. Incorporar a la harina y la leche que ha estado en reposo. En el último momento y con suavidad, incorporar las claras con movimientos suaves, siempre de arriba a abajo, sin batir. Dejar reposar media hora más.
Freír con mantequilla. Yo acostumbro a poner una pieza de mantequilla en la sartén y la recojo con papel absorbente, que voy usando con cada Blinis. Siguiendo las instrucciones de Gabriela he usado un aro de montar como molde para los Blinis, poniéndolo en medio de la sartén engrasado en mantequilla por dentro. Introducimos en él, con la ayuda de un cucharón, la masa del Blinis. No ha de ser como un crêpe, sino un pelín más grueso. Lo dejamos unos minutos y cuando salen burbujas ya podemos retirar el aro con cuidado. Con una espatula lo giramos y una vez dorado, retiramos. Salen bastantes con estas medidas.
Montar el plato, poniendo caviar y crema a partes iguales sobre el blinis. También puede añadirse cebolla troceada muy pequeñita o salmón.
Abril, me encantan tus blinis, reconozco que hace miles de siglos que no cocino unos... y están tan buenos! Creo que te tomo la receta. Gracias por participar!
ResponderEliminarLos blinis son riquísimos, pero si un dia te animas con las codornices en sarcófago aquí tienes nuestra receta:
ResponderEliminarhttp://eltallerdecuina.blogspot.com/2009/05/festin-de-babette.html
Que bonita la peli, eh?
Transporta al ambiente . tengo que ver la peli de nuevo!!!
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