Cuando yo era pequeña, hubo unos años, como ya os he comentado otras veces, que vivimos en Lisboa y por tanto los viajes para venir en verano y Navidad eran muy largos, porque entonces no había ni tren ni avión, sino el coche. En un par de ocasiones, bueno, yo lo recuerdo más veces pero es que mis recuerdos de infancia son una imaginación mía, porque nunca coinciden con el resto de mi familia. Siempre que les pregunto por algo concreto, me responden "no me acuerdo" y yo me quedo colgada de unos recuerdos, que me parecen muy vividos y muy reales...pero quizás la fantasía los ha idealizado. Bueno, pues en estos recuerdos está una piscifactoría de Soria. Creo que fue la primera vez que comí trucha, que era en escabeche, tal como la comía mi padre, y los demás la tomaban a la Navarra, con su loncha de jamón. Luego en la tienda del sitio, recuerdo que comprábamos esas latas grandes de mantequilla y chocolate en onzas enormes, que me alucinaban.
Mi madre, aprendió a cocinarla a la Navarra, y solía comprar la trucha “asalmonada”, que era más rosita y era un plato común en nuestra casa. A veces también las hacía al horno con albahaca que es una receta que he de llevar al blog. La trucha, y el pescado de río, que gozaba entonces de prestigio ha caído mucho con los años. Hoy en día apenas ves en las cartas de los restaurantes la trucha y en los de menú, diría que nunca la veo. Incluso, yo nunca me miro la trucha en las pescaderías, como que también la “he apartado”. Ver como Ana, trata de recuperar la trucha marmorata de Eslovenia, especie casi extinta me la retrotrajo de mi infancia. Así que tuve enseguida muy claro que iba a hacer.
Como ingrediente autóctono he usado la trucha, como receta tradicional la de la trucha a la Navarra y como técnica moderna el hacer un aire de jamón y un crujiente de jamón.
TRUCHA A LA NAVARRA
Ingredientes:
(para 2 personas)
Para las Truchas
2 truchas arco iris o asalmonadas (como yo las conozco)
4 lonchas de jamón ibérico
1 cucharada de harina
Papel vegetal
Sal
Para el aire de Jamón
Caldo de Jamón: 1 hueso de jamón ibérico bueno+puerro+apio
1-2gr de Lecticina de soja
Para el parmentier de jamón
2 patatas
1 poco del caldo del jamón ibérico
mantequilla
Para Pintar el plato
1 cucharada de Pimentón de la Vera DOP
Un poco del caldo de jamón ibérico
1. Pedimos en la pescadería que nos limpien las truchas y nos las fileteen
2. Ponemos a hacer el caldo de jamón, con el hueso, y un ramillete de hierbas del caldo (puerro, apio). Una vez hecho, al cabo de unos 45’, colamos y reservamos. Vamos espumando la grasa superficial mientras hierva. Si no queremos estar este rato, podemos comprar el caldo de Jamón Anetoque es muy bueno.
3. Poner a hervir las patatas peladas y troceadas en un poco del caldo de jamón. Una vez hechas, las aplastamos con un tenedor, añadimos mantequilla al gusto, sal y dejamos lo más fino posible. Reservamos.
4. Para hacer el crujiente de jamón, ponemos las lonchas de jamón ibérico en un papel vegetal sobre la bandeja del horno. Cubrimos con otra hoja de papel vegetal y ponemos un peso encima. Precalentamos el horno a 200º 10’, y ponemos en el horno entre 10-15’ a 180º. Sacamos del horno, destapamos y dejamos enfriar.
5. Enharinamos los filetes de trucha y freímos en AOVE.
6. Con un poco de caldo de jamón y pimentón de la VERA, tiene que quedar espesito, mojamos un pincel y pintamos el plato.
7. Colocamos el filete cruzando la línea con la piel hacia abajo.
8. Al lado ponemos una quenelle de parmentier de patata (ya sabéis ese juego con 2 cucharas para colocar el puré).
9. Clavamos el jamón en el puré lo más artísticamente que podamos.
10. Filtramos unos 200ml de caldo de jamón para que no tenga ninguna impureza que impedirían la buena formación del aire. El caldo caliente pero no excesivamente, unos 40-50º, lo ponemos en un recipiente más ancho que alto para que tenga aire. Añadimos 1gr de lecticina (aunque yo añadí un poco más porque me pareció que no se me creaba la espuma). Aplicamos el pimer un buen ratito hasta que se nos haga una espuma superior. El liquido no debe sobrepasar la altura de las cuchillas para dejar aire y que este se mueva y se infiltre en el líquido. Lo dejamos reposar unos 5’. Con ayuda de una cuchara la colocamos sobre la trucha.
11. Bon Appètit!!!!
¡¡Que chulisimo!!! Cuanto me gusta tu presentación, esta preciosa y debe estar riquisima. Un abrazo.
ResponderEliminarQué gran aportación! Me encanta la elección de este mes. Volver a las raices y potenciar recursos tradicionales es fantástico. Seguro que esta trucha no tiene nada que envidiar a la que prepara Ana Rõs.
ResponderEliminarEs verdad que es una receta que antes se veía mucho y ahora casi nada. Estupenda versión. Besos
ResponderEliminarLas truchas asalmonadas (yo las he llamado siempre así) están en mi frigorífico muy a menudo. Me encantan y tu preparación de lujo.
ResponderEliminarBss
Elena
Muy buena elección, has llevado tu ingrediente a su terreno y te ha quedado precioso. Me encanta que hayas explicado el aire de jamón porque no sabía que se hacía con lecticina, tomo nota.
ResponderEliminarPetons!
menudo platazo! acertadísima la inspiración en Ana Ros, es una vuelta a los orígenes con el toque innovador de Ana, me parece excelente!
ResponderEliminarun besito
M'agrada la nova i manera
ResponderEliminarde fer la truita de quan érem petits!
Excel·lent aportació al repte.
Ptnts
Glòria
Ya te lo dije, un platazo al que le has dado una vuelta de hoja sorprendente.
ResponderEliminarMuchas gracias April, porque si no llega a ser por tu empuje, este mes no hubiera participado, me diste las claves para que se me iluminase la bombilla.
Un besote