SMOTHIE #SCARLETTOHARA - CONCURSO NUECES DE CALIFORNIA EXPERIENCE

Participo en el concurso de Smothies de Nueces de California  con motivo de la 2da Edición de Nueces de California Experience.  Para ello, Taurus, nos hace llegar la Batidora Óptima Magnum 6 y Nueces de California, nueces para prepararlo. La verdad, esta participación ya es un premio.  Y no quiero ni comentarios cual es el premio para el ganador……. Un viaje a la sede de Nueces de California en la mismísima California……. Sin palabras.

 

 

-.-

Rojo… Rojo como los labios de Scarlett. Rojo como el pelo de Scarlett. Rojo como el vestido de terciopelo con el que Scarlett planta cara a los chismes en la fiesta de cumpleaños de Ashley. Rojo como las llamas que devoran Atlanta mientras ella la cruza en una vieja carreta. Rojo como las llamas de la pasión con la que Scarlett vive. Rojo, como los guantes de la pequeña Bonnie. Rojo como los atardeceres de Tara. Rojo como la tierra estéril durante la guerra de secesión. 

 

A Scarlett se la ama o se la odia. No hay más. Hay que reconocer que uno a veces, quiere hacerla callar. Que su osadía/soberbia en la juventud, la convierten en una joven mimada, caprichosa y muy poco empática con su entorno. Alguien acostumbrado a ser el centro de atención, colmada de atenciones y mimos y muy atractiva para el sector masculino. Pero Scarlett crece ante nosotros. Se convierte en un personaje decidido, enérgico, valiente, pilar de las decisiones familiares. A mi, es esta Scarlett la que me hechiza. La muchacha demasiado vital, demasiado joven que mueve sus caderas, enfundada en telas negras debido a su repentina viudedad, tras el mostrador de la fiesta de recaudación de dinero para la Confederación. La mujer que ayuda a Melanie a dar a luz en una Atlanta totalmente sitiada. La mujer que, gracias a Rhett quién la ayuda y empuja para conducir bajo una Atlanta en llamas una carreta dónde lleva a los suyos a Tara. La mujer que mata al yanqui desertor que se cuela en la casa y está a punto de atacar a Melanie. La que jura ante Dios que nunca volverá a pasar hambre. La que, ante la indecisión de su hermana respecto a su eterno novio, tomará cartas y lo seducirá para convertirlo en su segundo marido y obtener la inversión necesaria para Tara. La mujer, que ante su segunda viudedad siente remordimientos y de nuevo, en pleno luto, se comprometerá con Rhett.  Scarlett descubrirá en este periodo, en que será feliz por primera vez que significan el amor y la pasión, pero también volverá a ser la niña mimada y despótica, y finalmente sabrá que aún le quedan dolores por afrontar. Primero será la pequeña Bonnie, fruto de su amor con Rhett y  luego la de Melanie, su compañera de vida. En el lecho de muerte de Melita, descubrirá cuanto la ha querido, sin saberlo, disfrazado su amor de desprecio por estar casada con el hombre que creía amar y descubrirá también, aunque tarde, a quién realmente ama. Pero es tarde.  Cómo no adorar a esa mujer, que cierra la puerta tras el hombre al que ama y que la acaba de dejar y empieza a maquinar como volverlo a conquistar. “Mañana, mañana será otro día”. Optimismo en vena. Reconozco que muchas veces, noches negras cargadas de preocupación o de problemas cotidianos, me agarro a esa frase como un mantra. “Mañana, mañana será otro día”.

 

A mi Scarlett me sedujo desde muy  joven. El libro que sale en la foto era de mi abuela, una edición de 1936. Casi todo el mundo ha visto la película, pero poca gente ha leído el libro. Una de las pocas cosas que no se ve reflejado en la película y que ocurren en el libro y que poca gente sabe, es que Scarlett tiene hijos con todos sus maridos, no sólo a Bonnie. Tiene un niño póstumo con el hermano de Malanie, Wade y una niña con Frank Kennedy, Ella. Dentro de mi libro guardo un recorte de un periódico dónde se recoge la primera vez que la película se emitió en TVE… fue en 1986! Y en el texto se especifica que TVE pagó 300 millones de pesetas por sus derechos. Impresionante!

 

Mi smothie homenaje lleva pues arándanos, uno de los más típicos zumos norteamericanos. Remolacha, uno de esos tubérculos que crecen casi solos en honor a esa escena de Scarlett jurando que no volverá a pasar hambre ante Dios en un atardecer rojo. Algodón que nos habla del renacimiento de Tara, con las extensas plantaciones del mismo que Scarlett planta con el dinero del aserradero de su marido. Nueces, porque estoy segura que en los 12 Robles, había también nogales.  Limones, sandía y jengibre seguramente alimentos con los  que Rhett  especulaba después de la guerra. Creo que no podría ser de otro modo, este smothie ES Scarlett.  

Los arándanos, las nueces, la remolacha, la sandía y el limón contienen antioxidantes además de:
 

	Vitam. C	Hierro	Magnesio	Calcio	Potasio	Fibra	Proteínas	Azúcares	Cal.
Arándanos	13,3 mg	0,3 mg	6 mg	8 mg	85 mg	4,6 g	0,4 g	4 g	46
Sandía	8,1 mg	0,2 mg	10 mg	7 mg	112 mg	0,4 g	0,6 g	6 g	30
Remolacha	4,9 mg	0,8 mg	23 mg	16 mg	325 mg	2,8 g	1,6 g	7 g	43
limón	53 mg	0,6 mg	8 mg	26 mg	138 mg	2,8 g	1,1 g	2,5 g	29
nueces	0,5 mg	2,6 mg	229 mg	117 mg	632 mg	7 g	20 g	4,2 g	607
Jengibre	5 mg	0,6 mg	43 mg	16 mg	415 mg	2 g	1,8 g	1,7 g	80

 

 

 

SMOTHIE #SCARLETTOHARA

 

Ingredientes:

(para 1l aprox. de zumo)

500g de sandía

300g de arándanos
18g de nueces (aprox. unas 4)
100g de remolacha hervida
1 limón
50g de jengibre fresco
1 pizca de sal
1 pote de algodón de azúcar (opcional, comprado en Taste of America)
2 nueces para el adorno
1 cucharada de miel

Si hemos comprado la remolacha cruda la hervimos siguiendo el procedimiento habitual. Yo la hago al vapor. Dejamos enfriar. 

 

Ponemos la sandía en el congelador. 

 

Mientras podemos cortar las 2 nueces en trocitos muy pequeños y las ponemos en una sartén con un poco de miel. Dejamos que caramelice. Cuando estén, ponemos encima un poco de algodón, pero levemente, sólo para que se le peguen las nueces. Reservamos para adornar.

 

Ponemos en el vaso del batidor los arándanos y batimos. Vamos incorporando la remolacha, el jengibre, la pizca de sal  y el limón. Vamos añadiendo la sandia en trozos.  Batimos hasta que la mezcla esté suave y sin que veamos ningún resto sólidos.

 

Servimos inmediatamente adornando con un poco de algodón con nueces caramelizadas.  Delicioso!