"Scheherezade está asustada… lleva 1.000 noches contando cuentos al sultán Shahriar y siente que la situación no puede alargarse mucho más. Su imaginación empieza a flaquear y ya no encuentra motivos con los que iniciar un relato. Necesita descansar, especialmente de la tensión que supone pensar que su vida y la de los niños, depende de ella.
Sí, es cierto, Shahriar no la ha matado tras las 1.000 noches que llevan juntos, y no ha desposado a ninguna otra virgen. Su propósito
de romper con las muertes de jóvenes había funcionado, pero a base de dejarla a
ella totalmente extenuada. En el camino habían tenido 3 hijos, pero aún y así
ella no había dejado de contar y el de escucharla.
La primera noche y temiendo que seguiría el camino de las demás vírgenes que habían muerto al día siguiente de su boda con el sultán, ideó, como estratagema, que su hermana quería despedirse de ella y así ella le contaría un cuento para que se durmiera como habían hecho siempre. Y funcionó, el sultán se quedó tan hechizado con su voz y las
historias que contaba que pasó a ser su único público y aquella noche la dejó vivir para oír el final de la historia al día siguiente.. Ella preparaba el
ambiente, y se vestía con hermosas telas vaporosas cuyo movimiento contribuía
al hechizo de los relatos. Se lavaba y perfumaba su larga melena para que los
movimientos dejaran ir esencias que fueran directas al subconsciente del sultán.
Pero hoy estaba nerviosa. Se cepillaba el pelo
mientras susurraba una canción de cuna para dormir al bebé. Se puso unos
grandes e hipnóticos aros en sus orejas y se trazó la línea del ojo con
firmeza. Entró en la habitación de Shahriar y acarició su mejilla al sentarse sobre el canapé dónde todo empezaba. Sonrió.
Tantas noches de complicidad y todavía el miedo en el fondo de su estómago… su
vida pendía de aquella sonrisa, de aquella mirada de deseo, de aquellas manos
que firmaban decretos de muerte en un segundo y acariciaban su cuerpo con
ternura.
“Mi señor, hoy querría cambiar la forma de nuestros encuentros”,
Shahriar alzó las cejas con sorpresa e inclinó la cabeza. Ella le tomó de la
mano y le condujo por las estancias de palacio hasta la cocina. Lo sentó en la
mesa que estaba exquisitamente puesta, con hermosas y fragantes flores y una
luz difusa de velas. Había una campana en el centro de la mesa.
Al día siguiente el Sultán convirtió a Scheherezade
de concubina a esposa de pleno derecho."
Abril Expósito
Abril Expósito
-.-
Tenía ganas de hacer un
arroz que llevara aromas árabes. La alcachofa se cultivaba ya en época de los
romanos y los griegos y para muchos es considerada una hortaliza “afrodisiaca”.
Ahora estamos en plena temporada y sería un error no aprovecharlas. También usé espárragos verdes pero la verdad
es que un accidente tipo Bridget Jones, hizo que se me cayeran todos una vez
fritos. Así que, aunque su sabor está en el arroz, no está su presencia.
La Harissa que lleva este
arroz es tunecina, y la conocí en Alimentaria16. Es de la empresa STICAP y lleva la certificación «Food Quality Label Tunisia». La harissa se
prepara a base de unir guindillas frescas, ajo, sal, comino y cilantro. Su
historia se remonta al S. XVII. A pesar de ser un producto oriental cada vez se
usa más para dar ese toque “picante/hot/spicy” en pastas, sopas, barbacoas y
tapas. A mi me gusta especialmente ese punto a pimiento, parecido al sabor del
choricero, o la nyora catalana. Los limones curados en sal se pueden comprar en cualquier comercio de carne árabe. En caso de no encontrar, puede no usarse y abrir un limón fresco al final para servir.
Marocâpres
comercializa aceitunas,
alcaparras y pimienta en grano. Su representante en Alimentaria16, Joëlle
Niddam, me regaló el precioso tajin que veis en las fotos y yo le prometí que
haría alguna receta con aceitunas. Hecho
que no me cuesta nada, porque las aceitunas negras son mis favoritas. Aunque me
gustan todas.
Y por último el nuevo caldo
depurativo de alcachofa de ANETO
que es delicioso, no sólo para tomarlo sólo como un consomé detox, sino como
base para arroces y guisados que requieran un sabor más delicado y más refinado
que un simple caldo de verduras.
Este arroz podría ser totalmente vegetariano. De hecho la primera vez que lo hice fue sin cordero y está delicioso igual. Pero ahora, como la receta es para un sultán quise darle un toque más sofisticado. A mi personalmente me encanta el toque del cordero pero puede obviarse.
Aisha, gracias por este hermoso plato...qué como ves, me encanta!
RISOTTO #LASMILYUNANOCHES
Ingredientes:
(para
4 personas)
4
tazas café de arroz bomba (yo usé SOS)
200g
de carne de cordero troceada (OPCIONAL yo usé del cuello, quitándole el hueso,
pero si tenéis sobras de chuletas, etc… serviría igual)4 alcachofas
1 manojo de espárragos verdes
2 limones en conserva árabe
100g de aceitunas negras
2 cucharadas de salsa Harissa
1 break de caldo ANETO de Alcachofas y Espárragos trigueros
Ghee Mantequilla clarificada (si no tenéis la normal sirve igual)
Queso parmesano rallado
1 cucharada sopera de Ras-el-Hanout
AOVE
Sal
Freímos
en una cazuela o wok la carne de cordero. Retiramos y añadimos las alcachofas cortadas en
pequeñas láminas. Reservamos una alcachofa cortada con un poco de su tallo para
adornar el plato. Retiramos las
alcachofas y freímos las de adorno con cuidado de no romper los tallos. Reservamos.
Freímos
las puntas de los espárragos. Retiramos.
Ponemos
a calentar el caldo ANETO, tiene que estar hirviendo para hacer el risotto.
Cortamos
en trocitos pequeños 2 limones en conserva árabes y los incorporamos al aceite.
Cuando empiecen a estar dorados añadimos el arroz, y la cucharada de harissa
(yo puse 2, me gusta que se note el toque picante y con una queda muy suave) y
dejamos que se embeba de los sabores de la cazuela o wok.
Como
en un risotto habitual, incorporamos un cazo de líquido y vamos revolviendo la
cazuela hasta su total absorción. Así el arroz deja ir su almidón y crea esa
cremosidad tan especial de los risottos.
Añadimos la cuchara sopera de Ras-el-Hanout y la carne e Incorporamos otro cazo y así hasta que el arroz esté
en su punto. Es el momento en que añadimos la mantequilla clarificada o Ghee,
dejamos absorber con un par de vueltas, incorporamos las alcachofas, las puntas
de espárragos y las olivas, Tapamos y dejamos reposar 5m.
Servimos
con el limón cortado y las alcachofas que teníamos reservado. El poner el queso
parmesano es optativo. En sí, el arroz está buenísimo.
uaaaaaaalaaaaaaaaaa... me has emocionado de buena mañana! Me alegro que te gustase el plato :)
ResponderEliminarLa receta es de 10! Y la historia me ha encantado... si es que me encanta como escribes!
Me voy a tener que pedir los caldos Aneto por internet (ya sabes que hay precedente... jaajaajaajajaaj). Es que por aquí las alcachofas son horribles, peludas y caras. O sea que casi me sale a cuenta comprarlo y traerlo.
Seguro que estaba riquísimo! A ver si la próxima vez que vaya sí podemos cocinar como nosotras queríamos!
besos
Los limones confitados son muy fáciles de hacerlos en casa. Y el sabor de su piel, pasado un mes de reposo es inigualable. Si quieres un día te cuento como hacerlo. Yo los hago cada año.
ResponderEliminarArroz y alcachofas......delicia segura!!!!
Besos
Jejeje, yo también me hice con un botecito de esa harissa... Un arroz muy original que debe de estar delicioso!! Besos
ResponderEliminarque bo , m'encantata la recepta y tot.
ResponderEliminarQue delicia, el arroz con estos toques y esa frescura de ingredientes, se vuelve un vicio mi Mon, un abrazo enorme y mucha buena vibra!
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