EL LOGO DE APRIL'S KITCH

El pasado Noviembre fue mi cumpleaños y dos de mis amigos me hicieron un regalo precioso que tiene que ver con este blog y que desde hoy lo encabeza. 

Uno de ellos es mi amiga Maria, la artista, de la que ya os hablé en otro post sobre su madre. Maria es canaria y como ya dije muy generosa. Bastó con que, a colación de los bocetos de un logo para otra compañera, le dijera yo, como una fantasía como cuando hablamos de lo que haríamos si nos tocara la ONCE,  “un día yo también querría tener uno”, para que su mente creativa se pusiera en marcha. Y es que Maria, cuando terminó la carrera de dibujo, trabajó en una agencia de publicidad haciendo logos. Hablamos de cómo nos gustaría que fuera, le expresé mis preferencias y se puso en marcha. Después de muchos bocetos y muchas horas la idea estaba creada. Y entonces llega mi otro amigo,  una de esas personas a quién todo el mundo quiere pues irradia buen rollo y ganas de ayudar, ese cosaco adorable y risueño que abre sus brazos de forma similar a como te abre su corazón y  se pone a darle forma “cibernética”…. No puede ir mejor. 

Así que el día de mi cumpleaños me entregan una impresión de cómo sería mi logo en mi blog. Madre mía que sensación!!! Siento como ese pequeño proyecto que llena mis días ha cumplido una etapa, como su hubiera hecho la comunión. Y le veo allí con su traje y su carita de pronto voy a ser independiente. Y me siento muy feliz. Y casi no he podido esperar hasta hoy en que me han entregado el jpg para colgarlo.

Mi logo expresa cosas de mi. La cocina retro y amplia que me gustaría tener y no esos zulos que he tenido hasta ahora en los que, preparar un Thanksgiving se convierte en un acto heroico.  Hay un gato, cariñoso en busca de comida, mi alter ego. Hay una Kitchen Aid, el próximo Gadget al que voy a destinar un extra sin remordimientos y un símbolo también de otro mundo que ocupa mi corazón. Y para aunar con esa idea, la tipografía de Frank Lloyd Wright, arquitecto que vivió toda su vida en Chicago (aunque era de Wisconsin) y que me encanta. Chicago una ciudad que me tiene entregada y no me canso de mirarla. Tiene también un guiño al pasado, para mostrarle mi respeto y recordarme de dónde viene todo, representado en la pica de mármol, rectangular y antigua como la que había en la casa de mi abuela.  Es también una cocina mediterránea con ese toque de naranjas que María le puso para realzar esa idea.  Y es minimalista, aunque yo no lo soy mucho, pero aquí tenía que primar el less is more.  

Nunca este pequeño blog podría haber tenido unos padrinos mejores y más profesionales. Gracias a los dos y a las ideas de terceros que intervinieron para terminar de dejarlo a punto.